lunes, 3 de diciembre de 2018

Esculturas del "Campo Grande" de Valladolid


El Campo Grande

El Campo Grande es un parque situado en pleno centro de la ciudad, tiene forma triangular y se encuentra limitado por  el Paseo de Zorrilla, el Paseo de Filipinos y la Acera de Recoletos. Está totalmente cerrado mediante una verja con varias puertas de acceso, de las que destacan  dos desde las cuales se accede al “Paseo del Príncipe” eje principal del parque, y que están situadas en el Paseo de Filipinos y en la Plaza de Zorrilla.

El Campo Grande tiene una superficie de 11,5 Hectáreas y está considerado zona ajardinada desde el año 1787. Son varios los nombres por los que ha sido conocido. Inicialmente se le denominó “Campo de la Verdad” debido a que era donde se desarrollaban los duelos de honor y las exhibiciones militares, después se le denominó “Campo de Marte”, y en la actualidad es conocido como “Campo Grande”.

El Campo Grande es rico en especies de árboles, lo que le convierten en un autentico jardín botánico, se complementa con dos fuentes (Ver la entrada “Fuentes del Campo Grande”), un estanque con cascada, una faisanera de 1914, una pajarera de los años 30 y un palomar de 1932 que alberga a palomas mensajeras.

El Campo Grande alberga diversas esculturas que recuerdan a personajes destacados de la historia de Valladolid, siendo de las más antiguas de la ciudad.

Vamos a hacer un recorrido por las esculturas del Campo Grande comenzando en la puerta de la Plaza de Zorrilla. Veremos primero las situadas entre el Paseo del Príncipe y el Paseo de Zorrilla, y seguidamente las comprendidas entre el Paseo del Príncipe, Paseo de Filipinos y Acera de Recoletos.


Plano de situación


El Fotógrafo del Campo Grande (33)

Escultura en bronce de 1,70 mt. de altura, situada en uno de los caminos adyacentes al “Paseo del Príncipe”, lugar que ocupó el fotógrafo Vicente Muñoz con su cámara durante más de 50 años.

Vicente Muñoz pertenecía a la saga de los Muñoz, una conocida familia de fotógrafos callejeros. En 1994 la Diputación de Valladolid encargó una escultura de tamaño real para homenajear a dicha familia de fotógrafos, homenaje extensivo a todos los fotógrafos callejeros que hace años deambulaban por las ciudades y pueblos con sus aparatosas máquinas fotográficas.

La escultura que fue realizada por Eduardo Cuadrado, representa a un fotógrafo con su aparatosa cámara y su trípode, a punto de tomar una fotografía, metido bajo la lona de su cámara y con el brazo en alto llamando la atención del retratado para que se mantuviera inmóvil mientras se toma la fotografía.

Eduardo Cuadrado (1947 Valladolid) se formó como artista en la “Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Valladolid”, siendo uno de los representantes más importantes de la actual escultura castellano-leonesa. En 1997 se le concedió la medalla de oro del “Trofeo Internacional Lorenzo el Magnífico”, en la 1ª Bienal Internacional de Florencia.

Además de la escultura del “Fotógrafo del Campo Grande” es el autor de “El Comediante” en la Plaza Martí Monsó y del “Homenaje al Voluntariado Social” en la Plaza de España.

El fotógrafo del Campo Grande

Busto de Leopoldo Cano (12)

En abril de 1934 la Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid acordó la realización de un concurso de ámbito nacional para levantar un monumento en homenaje a don Leopoldo Cano, poeta y dramaturgo vallisoletano.

Se presentaron tres proyectos, los cuales se sometieron al jurado formado por el arquitecto de la Diputación don Constantino Candeira, el arquitecto municipal don Juan Agapito y Revilla y el pintor vallisoletano don Aurelio García Lesmes. La decisión unánime del jurado fue la de adjudicar el concurso al proyecto de don Emiliano Barral, obteniendo el segundo lugar el de don Juan José Montero Liebra conocido por el apodo de “Cheché”.

“La Frontera”, nombre del proyecto ganador fue inaugurado el 9 de abril de 1935, el grupo escultórico recibió los elogios de la prensa, pero no ocurrió así con la opinión del público.

Fue objeto de numerosas críticas y maltrato, lo que ocasiono que el Ayuntamiento ofreciera al artista la posibilidad de sustituir el monumento por un busto del poeta. El autor se negó y el Ayuntamiento se vio obligado a rescindir el contrato y retirar la estatua.

Esto supuso la aceptación del proyecto de don Juan José Montero Liebra, el cual fue inaugurado en marzo de 1936, situándose inicialmente en la Plaza de la Libertad, para posteriormente tras unas reformas de la plaza proceder a su traslado en su actual emplazamiento en los jardines del “Campo Grande”.

La escultura consta de un pilar de piedra blanca con la inscripción “Poeta L. Cano” donde se apoya el busto del dramaturgo realizado en cobre galvánico.

En cuanto al autor vallisoletano conocido por el apodo de “Cheché”, se formó entre 1914 y 1918 en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valladolid. Trabajó como escultor, cartelista, y pintor en el taller madrileño de Victorio Macho, también años más tarde colaboró con los hermanos Eloy y Osmundo Hernández, joyeros de Vigo.

Busto de Leopoldo Cano

Monumento a Rosa Chacel (28)

La escultura está formada por un busto realizado en bronce de tamaño natural, situado sobre un gran bloque de granito. El Ayuntamiento de Valladolid encargó esta escultura como homenaje a la escritora vallisoletana Rosa Chacel al artista don Francisco Barón en 1988, después de que obtuviese el “Premio Valladolid de Escultura” en 1983.

Busto de Rosa Chacel


Francisco Barón (1931,206, Madrid) fue un artista de acreditada fama, tanto en España como fuera de nuestras fronteras. Realizó la carrera de Bellas Artes en la Academia de San Fernando, fue becado en 1957 para continuar sus estudios en la “Central London School”. Con una nueva beca del “Instituto Internacional de Nueva York” se trasladó a la Universidad de Yale, donde impartían clase los antiguos profesores de la “Bauhaus” alemana.

Creó numerosas esculturas y las mostró en distintas exposiciones obteniendo premios importantes. Algunas de sus esculturas se pueden contemplar en importantes museos tanto nacionales como internacionales como son el “Museum of American History”; el “Museo de Arte Moderno” de Bilbao; el “Museo de Villafamés” en Castellón; y el “Museo de Arte Moderno” de Sevilla entre otros.

Monumento a Rosa Chacel

Fuente del Cisne (6)

El proyecto de la fuente fue realizado en 1886 por Gonzalo Bayón, que era el dueño de una de las fundiciones de la ciudad. En la colocación de la misma participaron el arquitecto Javier Benedicto y Francisco Sabadell, que era el director de jardines del Ayuntamiento de la ciudad en ese momento.

Fuente del Cisne


En un principio, en 1887, la fuente se instaló en la Plaza del Poniente, en una glorieta precursora de los actuales jardines. Se acordó pintar las figuras de la fuente para que destacasen del macizo arbóreo central, ya que se mantenía con el color del bronce con el que se había fundido la escultura. El cisne se pintó de color blanco, y las sirenas de color carne, lo cual provocó quejas y protestas de las mentes puritanas, por lo que se repintaron de color negro.

A los pocos meses de funcionamiento el pilón se deterioro apareciéndole múltiples grietas, por lo que fue necesaria su reparación un año después de su instalación. El deterioro se achacó a problemas en la cimentación de la fuente. Como después de la reparación los problemas persistían, el arquitecto municipal propuso su traslado, el cual fue aprobado en un pleno municipal. En 1892 la fuente fue desmontada y trasladada a su actual emplazamiento.

La fuente consta de un pilón circular con los escudos de Valladolid labrados en la piedra, en el centro se alza una escultura de bronce, la cual recrea un macizo central que simula un jardín del que surgen seis sirenas con peces en las manos, que arrojan agua al pilón. En la parte alta, un cisne con el cuello retorcido del que sale un chorro de agua da el nombre a la fuente, y alrededor de la escultura central unos tritones lanzan chorros hacia del centro de la fuente.

Todos los elementos que componen el conjunto escultórico en la actualidad están sin pintar, dejándose ver el bronce con el que fueron realizados. 

Macizo central de la Fuente del Cisne

Los tritones lanzan chorros al centro de la fuente

Detalle del escudo grabado en la piedra

Neptuno (13)

La escultura de Neptuno de la que se desconoce su autor, es la escultura más antigua que se conserva en Valladolid. Fue colocada en el lugar que ocupa actualmente, una pequeña isla denominada “los países bajos” situada en una de las ramificaciones del lago del Campo Grande, en el año 1932.

La escultura de estilo clásico formaba parte junto con las esculturas de Venus y de Mercurio de tres fuentes dispuestas en la calle central del Paseo de Recoletos. Dicho paseo creado entre 1828 y 1834, discurría paralelo a la actual Calle Acera de Recoletos. Constaba de tres calles, una calle central ancha donde se colocaron las fuentes junto con árboles y bancos, y otras dos calles laterales más estrechas. La primera fuente estaba situada próxima al convento de Los Padres Capuchinos, una segunda fuente estaba situada próxima a la Calle de Santiago, y la tercera de ellas en el centro del Paseo.

En 1835 el Rey donó las tres esculturas para adornar las respectivas fuentes, la diosa Venus para la fuente central, Mercurio para la fuente más cercana a la Calle Santiago, y Neptuno para la más próxima al convento de Los Padres Capuchinos.

En 1845 una remodelación del Paseo de Recoletos supuso la desaparición de las tres fuentes junto con sus esculturas. Se construyó una fuente central donde en 1849 se decidió colocar la escultura de Venus, mientras que las de Mercurio y Neptuno fueron colocadas sobre sendos pedestales de piedra al principio del Paseo, en las proximidades de la Calle Santiago. Una reforma posterior en 1863 ocasionó la supresión de las esculturas de Mercurio y Neptuno, la primera se perdió definitivamente, mientras que la de Neptuno estuvo durante mucho tiempo en el “parque de obras” del Ayuntamiento, hasta que en 1932 pasó a ocupar su lugar actual.

Neptuno






Plano de situación


Placa a Luis Gallego Martín “El Catarro” (121)


Desde el 31 de octubre de 2012 una placa de bronce situada en el vallado de piedra del lago del Campo Grande, junto a la puerta de acceso a su barca “La Paloma” nos recuerda a Luis Gallego Martín “El Catarro”, el barquero de Valladolid que falleció el 12 de abril de 2012, a los 85 años de edad, después de haber permanecido 34 años remando en el Campo Grande, haciendo la delicia de los niños y mayores que navegaban con él escuchando sus originales historias.


Placa homenaje a Luis Gallego Martín "El Catarro"


Luis Gallego Martín nació en Valladolid en 1925 en una familia humilde, siendo nieto de un conocido pescador del río Pisuerga llamado Juan Martín, y apodado “El Catarro”, el cual fue condecorado en 1927 por el gobernador civil con la Cruz de la Beneficencia, con su distintivo blanco y negro, “Por su desinteresada labor de vigilancia, salvamento y rescate de ahogados en el río Pisuerga”. Todos los miembros de esta familia destacaron por el conocimiento del río, lo que les permitía salvar a muchas personas de ahogarse en el mismo.

Luis Gallego Martín es la tercera generación de la familia que estuvo vinculada tanto al tramo urbano del Pisuerga como a las tranquilas aguas del lago del Campo Grande, durante muchos años ayudó a su primo Lucio en el negocio de alquiler de barcas en el Pisuerga, hasta que en 1976 pasó a colaborar con su tío Marcelino en la barca del Campo Grande, y una vez fallecido este continuó hasta casi el final de sus días.

La autoría de la placa corresponde a Luis Santiago Pardo, escultor autodidacta cuya actividad creativa se centra principalmente en su ciudad natal, donde ha realizado la mayor parte de su obra, distribuida en esculturas, lápidas, e incluso trofeos para distintos eventos de la ciudad.

"El Catarro" Capitaneando su barca en el estanque del Campo Grande


Fuente de la Fama (4)

La Fuente de la Fama se construyó en el centro del Campo Grande para rendir homenaje a uno de los alcaldes de mayor trascendencia para la ciudad de Valladolid, Miguel Íscar, que aunque tuvo un mandato breve, fue de una gran importancia para el desarrollo de la ciudad. Durante su mandato se construyeron tres mercados, el del Campillo, el de Portugalete, y el mercado del Val que aún perdura en nuestros días. También se finalizaron los trabajos de encauzamiento del río Esgueva, obra trascendental para el desarrollo urbanístico de la ciudad, así como la traída de aguas del Duero. También se abrieron nuevas calles, y sobre todo se trasformó el Campo Grande en un gran parque municipal.

Para conseguir los fondos necesarios para la construcción de un monumento que recordase a Miguel Íscar tras su muerte en 1880 se lanzó  una subscripción popular encabezada por don Sebastián Díez Salcedo, director del Norte de Castilla. La recaudación no alcanzó para la realización del proyecto inicial de construir una Escuela Modelo, pero si llegó para la construcción de una fuente monumental.

Se convocó un concurso de proyectos, el cual gano el arquitecto Antonio Iturralde con el proyecto titulado “Fuente de la Fama”. El proyecto consistía en un pilón octogonal de tableros muy decorados que vertía agua mediante unos mascarones a otro de menor profundidad, un balaustre central de perfil curvilíneo sobre el que se asentaba una alegoría en bronce de La Fama, representada por una mujer joven con las alas extendidas y soplando a través de su larga trompeta en dirección al cielo.

En abril de 1882 se inició la construcción de la fuente monumental, dilatándose la obra hasta 1883 debido a la falta de recursos económicos, paliados en cierta medida con la colaboración del Ayuntamiento. El monumento se inauguro el 11 de noviembre de 1883, tres años después de la muerte de Miguel Íscar.

Fuente de La Fama


La fuente que se construyó y que ha llegado hasta nuestros días presenta algunas diferencias en relación con el proyecto de Iturralde, la abundante decoración de los tableros del pilón octogonal fue sustituida por paños moldurados en los que se alternan rosetas y el escudo de la ciudad en el centro de cada uno de ellos, los vértices del pilón central están decorados con contrafuertes leonados sobre los que se apoyan bolas de estilo herreriano sustituyendo a los jarrones en forma de copa que en un principio estaban previstos, en cuanto al balaustre central, ha sido sustituido por un pilar octogonal cajeado, con inscripciones relativas a la figura de Miguel Íscar.

La escultura que remata la fuente es obra de Mariano Chicote Recio (1855-1913), artista vallisoletano que junto con sus hermanos menores, Victoriano, Ignacio y Darío inició su formación en el taller de su padre Elías Chicote, para posteriormente completar su aprendizaje en la Escuela de Bellas Artes de Valladolid. Su obra más conocida es precisamente esta, la escultura de La Fama, trabajó en ella en 1882 en un salón de la Escuela de los Doctrinos y fue en marzo de 1883 cuando se procedió a la fundición la figura en los talleres del Sr. López y Cía.

En el año 2008 la escultura perdió un brazo debido a la oxidación producida por la intemperie y el agua que afectaron a una de sus juntas, al parecer la estatua original no era de bronce, sino que estaba fundida en hierro con algunas incrustaciones de bronce. Para solucionar el problema el Ayuntamiento decidió hacer una réplica exacta, esta vez en bronce. Este trabajo fue encomendado al escultor Andrés Coello, el cual realizó la réplica en la Fundición Caresa de Aldeamayor de San Martín (Valladolid), obteniendo como resultado una estatua 1.500 kg. más ligera que la original. También se encargó de restaurar y reparar la escultura original.


Escultura de "La Fama"


Concha con Tritones (22)

Poco se conoce de esta escultura, tan solo que fue donada al Ayuntamiento e instalada en el parque de “Las Moreras”. En 1993 después de restaurarla se cambió su ubicación para situarla en el Campo Grande, en primer lugar junto a la Acera de Recoletos, y actualmente junto a “La Fuente de la Fama”.

La escultura está realizada en hierro fundido, representa una concha gigante con dos tritones sobre ella, y en su base el escudo de la ciudad.


Se desconoce su autor.

Concha con Tritones

Detalle del escudo de Valladolid

Copa de bronce (23)

En las proximidades de la “Concha con Tritones”, se encuentra emplazada otra escultura realizada en bronce que representa una copa, la cual es utilizada a menudo como tiesto para plantas.

Al igual que la escultura anterior se desconoce su autor.


Copa de Bronce

Monumento a Núñez de Arce (11)


En 1932 fue el centenario del nacimiento del poeta Gaspar Núñez de Arce, y con tal motivo la Academia de Bellas Artes de Valladolid propuso al Ayuntamiento, siendo alcalde don Antonio García Quintana, la realización de un busto en memoria del poeta y su posterior colocación en los jardines del Campo Grande, cerca de la Fuente de la Fama. La corporación en pleno aprobó el 5 de marzo de 1932 una suscripción popular para recaudar fondos para erigir una escultura pública. Se recaudaron 24.000 pesetas, siendo el propio Ayuntamiento el que se encargase de poner el resto, unas 3.000 pesetas.


El proyecto se encargó al escultor segoviano Emiliano Barral que por entonces residía en Madrid y gozaba de gran prestigio entre los círculos intelectuales del momento gracias a su primera exposición individual en 1929. Barral era autor de numerosas obras entre las que destacaban el busto de Antonio Machado y el mausoleo del líder socialista Pablo Iglesias.

Emiliano Barral nació en Sepúlveda (Segovia) en 1896, pertenecía a una familia de canteros, maestros de obras y marmolistas, por lo cual conocía todos los secretos sobre la talla de la piedra y el moldeado. La admiración por Rodin y la escultura clásica del Louvre, hizo que de joven se trasladase un tiempo a París. De vuelta en Madrid trabajó en el taller del escultor Juan Cristóbal. En 1922 se trasladó a Segovia relacionándose con el grupo de intelectuales formado por Antonio Machado y los ceramistas Daniel Zuloaga y Fernando Arranz entre otros, los cuales influirían en su obra.

Monumento a Nuñez de Arce


El monumento está formado por una fuente central con forma de lira realizada en granito rojo de Ávila, sobre la que surge el busto del poeta con la inscripción “Valladolid a su poeta Núñez de Arce”. Se complementa con dos bancos laterales realizados en piedra de Sepúlveda. Actualmente de la fuente no surge agua y el pequeño estanque que la recogía se ha rellenado de tierra, lo que merma considerablemente su valor artístico.

La escultura se inauguró el 20 de septiembre de 1932, acudiendo numeroso público y relevantes personalidades como el ex diputado Augusto Fernández de la Reguera y el general Nicolás Molero. La escultura estaba cubierta con la bandera tricolor, el alcalde don Antonio García Quintana fue quien la descubrió, pronunciando el correspondiente discurso, para finalizar el acto con la interpretación a cargo de la banda municipal del Himno de Riego.

Monumento a Nuñez de Arce


Busto de Nuñez de Arce

Niño y Libro (24)


El lugar del Campo Grande conocido como “Glorieta del Libro”, acoge una fuente con una escultura sobre ella, de la que actualmente no mana agua y no se encuentra en muy buen estado.


La escultura conocida como “Niño y Libro”, es un monumento a la lectura representado por un niño con un libro en alto. El conjunto se instaló en este lugar con motivo del “VII Congreso Nacional de Libreros” que se celebró en Valladolid en 1980, inaugurándose el día 30 de julio.

Su autor es el escultor gallego Manuel García Vázquez, conocido con el sobrenombre de “Buciños” por ser el topónimo de la parroquia lucense donde nació en 1938. Se licenció en bellas artes en la Escuela Superior de San Fernando de Madrid, y con el pasar del tiempo el escultor consiguió su estilo personal, creando escuela en Galicia, y haciéndose merecedor de un gran prestigio internacional, donde sus esculturas han llegado a las principales salas de arte, colecciones particulares y museos de todo el mundo.

Buciños comenzó trabajando la madera con gran delicadeza y simplicidad, para posteriormente pasarse al bronce, donde la figura humana y en especial el cuerpo femenino reciben la especial atención del artista.

Escultura "Niño y Libro"


Detalle de la Escultura

Monumento a Miguel Íscar (9)


Un año después de la inauguración de la Fuente de la Fama se quiso continuar con el homenaje a Miguel Íscar colocando un busto suyo en el entorno del Campo Grande, próximo a la mencionada fuente. Con tal fin el escultor José González, profesor de la Academia de Bellas Artes de Valladolid modeló un busto de yeso de Miguel Íscar de un tamaño mayor al natural y de un gran parecido, con la intención de que una vez fundido en bronce fuera colocado en los jardines de Campo Grande. El escultor ofreció el trabajo al Ayuntamiento, el cual aceptó la oferta acordando que la comisión de gobierno propusiera el lugar definitivo para colocar la escultura, que sin embargo nunca llegó a realizarse.


El escultor Aurelio Rodríguez Vicente Carretero hizo al Ayuntamiento un ofrecimiento similar, un busto de Miguel Íscar realizado en 1906. Este busto sería el primero de una serie dedicada a la memoria de ilustres vallisoletanos, destinada al ornato de los jardines del Campo Grande, si bien el busto de Miguel Íscar fue el primero y último de la serie.

En febrero de 1907 el escultor se encargó de realizar el pedestal mientras que la fundición del busto fue realizada por el personal del Ayuntamiento. En principio el monumento fue colocado en el centro de una plazuela cercana a la Pajarera con la Fuente de La Fama al fondo, para posteriormente, en 1932 trasladarle a su actual emplazamiento.

Monumento a Miguel Íscar

El monumento está formado por un pedestal con forma de pirámide truncada en cuyo centro presenta la inscripción “Valladolid a Miguel Íscar”, y un busto de bronce que representa la efigie de Miguel Íscar con semblante serio y en cuyo pecho aparece el escudo de Valladolid.

El escultor Aurelio Rodríguez Vicente Carretero nació en Medina de Rioseco (Valladolid) en 1863. Hijo de un padre tallista estudió a partir de 1878 en la Real Academia de de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid. Una beca del Ayuntamiento de Valladolid le permitió perfeccionar sus estudios en Roma durante tres años. Completó su formación en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona y en la Academia de San Fernando de Madrid.

Busto de Miguel Íscar

Figura de oso (16) y Muchacha sentada mirando un caracol (17)

Estas dos esculturas son las únicas que quedan de un total de doce que se encontraban situadas a ambos lados del paseo central del Campo Grande, seis de ellas cercanas a la Acera de Recoletos y las otras seis a los jardines. El autor de esta serie de esculturas es el escultor salmantino Agustín Casillas Osado (1921- 2016), cuyas esculturas decoran algunas zonas urbanas de Salamanca.

Agustín Casillas estudió la especialidad de escultor y estucador en la Escuela de Artes y Oficios de Salamanca. En 1954 obtuvo el premio “Casino de Salamanca” por la obra “Humildad” realizada en piedra. En este mismo año realizó la escultura en gran formato “Minerva” en piedra para el Rectorado de la Universidad de Salamanca. En 1960 con la obra “Soledad” de hormigón rojo policromado fue premiado con la Medalla de Oro de la Exposición de Estampas de la Pasión realizada en Madrid.

Fue entre 1968 y 1969 cuando realizó una serie de esculturas de hormigón a tamaño natural con distintas imprimaciones para el paseo central de Campo Grande de temas musical, infantil y animal. El primer grupo de seis esculturas se entregó en septiembre de 1968, constaba de dos figuras femeninas, una tocando el laúd y otra tocando el arpa; dos figuras infantiles, un niño sentado observando a una rana, y una niña con un pájaro entre las manos; completaban la serie dos figuras de animales, un canguro y dos patos.

Otras seis esculturas fueron entregadas en 1969 entre las que se encontraban las esculturas de una figura de oso, una muchacha sentada mirando un caracol, un zorro y un pelícano  entre otras.

Figura de Oso

Muchacha sentada mirando un caracol

Baile en Bronce (34)

Años después de la muerte del bailarín vallisoletano Vicente Escudero, el Ayuntamiento de Valladolid quiso rendirle un homenaje con la colocación de una escultura. Con tal fin la Fundación Municipal de Cultura organizó un certamen para elegir una de las esculturas presentadas en el concurso, en cuyas bases se pedía un modelo realista y figurativo del bailarín para una escultura que habría de ser emplazada en la Plaza de San Juan por ser esta una plaza cercana al lugar de nacimiento del artista.


Se presentaron un total de 29 proyectos, de los cuales fue seleccionado de manera unánime por el jurado el titulado “Baile en Bronce” correspondiente a la escultora vallisoletana Belén González, un modelo en barro de 80 cm de altura que representaba al artista iniciando uno de sus bailes con aptitud reposada y concentrada, y acompañándose del sonido característico producido por el roce de sus uñas.

En 1995 se inauguró la escultura, aunque no fue situada en Plaza de San Juan, ya que las dimensiones de la figura, sumadas a las del pedestal excedían de las del lugar reservado para su colocación. La escultora Belén González propuso al Ayuntamiento que se colocase sobre un pequeño pedestal en el centro de uno de los estanques próximos a la Acera de Recoletos rellenando el vacío producido por el desmantelamiento de una de las esculturas del escultor salmantino Agustín Casillas colocada en ese lugar en 1968. De esta forma el reducido pedestal evoca a las tapas de alcantarilla donde según declaraciones del propio bailarín cuando era niño iniciaba sus primeros pasos de baile, siendo este espacio suficiente para bailar.

La escultura fue fundida en bronce mediante el procedimiento de la cera perdida y el vaciado por piezas como habitualmente trabajaba la artista combinando los moldes de cera junto con los vaciados en escayola.


Baile en Bronce

En el año 2002 se produjeron las obras de remodelación de la Plaza de Zorrilla, paseo central del Campo Grande y Plaza de Colón donde se suprimieron las pérgolas y estanques próximos a la Acera de Recoletos para peatonalizar la zona. Por tal motivo tanto el pequeño estanque como la escultura del bailarín fueron trasladados al lugar que ocupan actualmente.

La escultora Belén González Díaz nació en Valladolid en 1954 y tras licenciarse en la especialidad de Historia del Arte en la Universidad de Valladolid en 1978, obtuvo en 1984 la licenciatura en Bellas Artes, especialidad en escultura por parte de la Universidad Complutense de Madrid. Desde entonces comenzó la incesante producción escultórica compaginándola con la actividad docente  como profesora de modelado y dibujo en la Escuela de Bellas Artes de la Diputación Provincial de Cáceres.

La escultora ha ganado numerosos premios y tiene su obra repartida de forma permanente por diversos museos y colecciones, como el Museo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Madrid, el Museo de Ravena en Italia, la Diputación Provincial de Valladolid, el Ayuntamiento de Valladolid, la Universidad de Alcalá de Henares entre otros.


Hermanamiento con Lille (32)

Valladolid está hermanada con las ciudades de Morelia, Lille, Orlando, Florencia, Lecce, Boston, Ahmedabad y Guadalajara. Hay una plaza que conmemora el hermanamiento con estas ciudades, y en el paseo central del Campo Grande el 25 de abril de 1994 se colocó un monolito de 1.70 m de altura con una placa para conmemorar que las ciudades hermanas de Lille y Valladolid fueron elegidas para celebrar las etapas inaugurales del Tour de Francia y de la Vuelta a España de dicho año respectivamente.


Monolito "Hermanamiento con Lille"


Placa conmemorativa


Con esto quedan descritas las esculturas pertenecientes al ámbito del Campo Grande.


Durante una remodelación de la Acera de Recoletos y del Paseo Central del Campo Grande en el año 2002 apareció una necrópolis judía al parecer perteneciente a un gueto creado en 1411 cuando los judíos y musulmanes fueron separados de los cristianos. Aparecieron un total de 23 esqueletos enterrados según el rito judío. Una placa firmada por Mosheh Ibn Ezra indica su situación con el siguiente texto:

Son tumbas de tiempos antiguos, en las que unos hombres duermen el sueño eterno. No hay en su interior ni odio ni envidia. Ni tampoco amor o enemistad de vecinos. Al verlas mi mente no es capaz de distinguir entre esclavos y señores.”




Bibliografía: "Escultura Pública en la ciudad de Valladolid" de José Cano de Gardoqui García y WEB.