domingo, 24 de mayo de 2020

Toro (108)


Una vez concluida la reordenación del Paseo de Zorrilla, en el tramo comprendido entre el “Puente Arturo Eyries”, antes “Puente de la División Azul” y los antiguos “Jardines de la Rubia”, el 19 de mayo de 1999 se colocó en una glorieta frente al antiguo matadero, en la confluencia entre el Paseo de Zorrilla y la Calle Daniel del Olmo una escultura que representaba un toro.

Escultura "Toro"


Para tal fin la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda de Valladolid (VIVA) adquirió al escultor José Luis Medina una pequeña escultura de 26 por 52 centímetros para posteriormente ampliarla a 1,75 por 3,50 metros, y proceder a su fundición en bronce, tarea encomendada a la empresa ARTE 6. De esta manera el Ayuntamiento de Valladolid rendía homenaje a la trayectoria del artista vallisoletano, uno de los mejores animalistas del siglo XX.

José Luis Medina nació en Serrada, un pueblo de Valladolid el 9 de abril de 1909, hijo del poeta Cesar Medina Bocos, se crió en un ambiente que despertó en él grandes inquietudes artísticas.

En 1925 cursó estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid, para trasladarse posteriormente a Madrid e ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde obtuvo el título de profesor de dibujo. En 1936 aprobó unas oposiciones de profesor de dibujo, oposiciones que fueron anuladas al finalizar la Guerra Civil, momento en que regresó a Valladolid para comenzar su producción escultórica.

José Luis Medina en 1941 dio clase como profesor asociado de dibujo en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Valladolid, y en 1944 ganó la plaza de profesor de modelado, con la que ejerció hasta el año 1961. En 1959 tomó posesión como Académico de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid.

Se trasladó nuevamente a Madrid donde en 1964 obtuvo la plaza de Catedrático de Modelado en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Falleció en Serrada, su pueblo natal el 19 de septiembre de 2003.

José Luis Medina compaginó el dibujo con la escultura, hasta decantarse por esta última, alternando el modelado con la talla directa en mármol o piedra. En su trayectoria artística ha conseguido importantes distinciones y premios, destacando el Premio Nacional de Escultura en 1963, y la medalla de oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid en 1964.


Plano de situación de la escultura "Toro" 108

Bibliografía: "Escultura Pública en la ciudad de Valladolid" de José Luis Cano de Gardoqui García y WEB

Glorieta de la Comunidad (105)

Glorieta de la Comunidad. Foto Google


En el año 1997 la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda de Valladolid (VIVA), con el fin de recuperar el entorno del antiguo Matadero, y mejorar la regulación de tráfico de la zona decidió la construcción de una glorieta dedicada a la Comunidad de Castilla y León.

Con este fin se convocó un concurso de carácter internacional para construir una glorieta en el espacio central del Paseo Zorrilla, frente al antiguo Matadero. Una isleta central desde el puente de Arturo Eyries (antes División Azul) hasta los desaparecidos jardines de “La Rubia”.

En las bases del concurso se indicaban los elementos que debía de reunir la mencionada isleta, zonas verdes, fuentes, y elementos simbólicos relativos a la Comunidad de Castilla y León. Todo ello perfectamente integrado en el entorno del antiguo Matadero y su nuevo uso.

El ganador del concurso fue el arquitecto local Primitivo González, que elaboró un proyecto consistente en una única plataforma de granito, la cual en su ejecución tuvo que ser  dividida en dos por necesidades de la regulación del tráfico. La primera de ellas, y más pequeña, está dividida en una serie de recintos inclinados que contienen una muestra de plantas aromáticas procedentes de los montes y pinares de la Comunidad, cuyo aroma y sobre todo su color y textura proporciona a los ojos del transeúnte, tanto a pie como desde un vehículo, la visión de un tapiz multicolor.

Glorieta de la Comunidad. Láminas onduladas


En la segunda plataforma hay un estanque que hace referencia a Valladolid como ciudad fluvial. Está dividido en dos partes mediante una pasarela peatonal de pretil acristalado que sirve de conexión entre las dos aceras del Paseo de Zorrilla, comunicando el barrio “Cuatro de Marzo” con el nuevo entorno del antiguo Matadero. En la primera parte del estanque una escultura formada por siete láminas onduladas de acero inoxidable recuerda el campo de gules con sus cinco girones ondulados de oro del escudo de la ciudad, creando gracias a la iluminación instalada en el plano del agua un efecto visual dinámico y cambiante. En la segunda parte del estanque nueve surtidores de agua simbolizan las nueve provincias de la Comunidad, dichos surtidores proporcionan diversos juegos de agua independientes y están provistos de una iluminación nocturna.

Esta segunda plataforma se completa con un jardín mineral dividido en nueve contenedores llenos con distintos fragmentos de piedra correspondientes a las distintas provincias de la Comunidad, se completa con nueve mástiles con las banderas de las provincias, colocados de forma aleatoria sobre el jardín mineral, e iluminados con fibra óptica a modo de antorchas, que dan a dicho jardín un carácter escultórico. Un último mástil junto al jardín mineral está destinado para la colocación de la bandera de la Comunidad.

Glorieta de la Comunidad


La plataforma que forman las isletas fue proyectada con más altura respecto a la calzada de la que tiene actualmente, por ello se hace difícil apreciar el conjunto, ya  que la única manera de acercarse a él es desde el vehículo, observarlo desde las aceras vecinas, o cruzando por la pasarela sobre el estanque. La Glorieta de la Comunidad fue inaugurada en diciembre de 1998.

Primitivo González de profesión arquitecto, nació en Valladolid en 1951, se formó en la Escuela Técnica Suprior de Arquitectura de Valladolid y en la de Barcelona donde se licenció en 1977. Primitivo González ha compaginado su profesión de arquitecto con las artes plásticas, en especial la escultura y la pintura, consiguiendo una trayectoria tanto individual como colectiva repleta de premios y galardones.

Plano de situación de la "Glorieta de la Comunidad" (105)

Bibliografía: "Escultura Pública en la ciudad de Valladolid" de José Luis Cano de Gardoqui García y WEB

Monumento a Fernando Domínguez (58). Arco de Toros (79)


La Plaza de Toros de Valladolid inició su construcción en el año 1888, y fue inaugurada el 20 de septiembre de 1890 durante las fiestas de la ciudad. En 1997 se procedió a una rehabilitación de la misma, sustituyendo la estructura, gradas y escaleras, utilizando para ello material ignifugo, también fue restaurada la cubierta y la fachada.

En 1999 se procedió a acondicionar la explanada exterior y a construir un aparcamiento subterráneo. El Ayuntamiento encargó en 1998 la realización de una escultura para rendir homenaje al matador de toros vallisoletano Fernando Domínguez (1907 - 1976), conocido como el “Chico de Cleto”, siendo uno de los toreros más destacados de su época y maestro de su sobrino, el también torero vallisoletano Roberto Domínguez.

Escultura al torero Fernando Domínguez


La empresa que acometió la reforma de los alrededores de la Plaza y la construcción del aparcamiento subterráneo se ofreció a patrocinar la escultura del torero, y esta fue colocada junto a una de las puertas de acceso a la Plaza.

Para la realización de la escultura su autor se sirvió de fotografías para conseguir una representación fiel del torero. La escultura está realizada en bronce, tiene un tamaño ligeramente mayor que el natural y representa al diestro apoyado en el burladero, esperando el momento de entrar en suerte. La escultura está situada sobre un pedestal circular de mármol, ligeramente por encima del pavimento. Una placa en el pedestal dice “La ciudad de Valladolid a Fernando Domínguez. Mayo 1999”, hay otra placa en la fachada de la Plaza junto a la escultura en la que se reproducen algunos versos de “Toros junto al Pisuerga”, del poeta valenciano Rafael Duyos, que dedicó en 1951 al torero.

La escultura fue inaugurada el 13 de mayo de 1999, en la festividad de San Pedro Regalado.

Detalle de la escultura de Fernando Domínguez


El autor Pablo Ignacio Lozano Pérez nació en Madrid en 1960, hijo de Pablo Lozano, importante torero español. Ingresó a los catorce años en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, para posteriormente continuar sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla y en la Facultad de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.

Su obra gira en torno a la temática taurina, posiblemente influenciado por su padre, centrándose en los aspectos de la Fiesta. En 1988 se trasladó a Roma donde su escultura evolucionó hacia el expresionismo mediante la aplicación de pátinas y roturas a las piezas, influidas por la mitología y las corrientes renacentistas y barrocas.

Pablo Lozano expuso por primera vez en 1983 junto con otros jóvenes escultores y artistas de Sevilla. La primera exposición individual fue tres años después también en Sevilla, y a estas han surgido innumerables exposiciones, tanto nacionales como internacionales, obteniendo números premios, entre los que destacan los conseguidos en 1987 “Premio de Escultura Pablo Gargallo” y 1988 “Primer Premio de Escultura Ciudad de Burgos”.

Escultura Arco de Toros

Escultura Arco de Toros, al fondo, la Plaza de Toros


En mayo de 2007 se inauguró un edificio anexo a la Plaza de Toros, en la Calle Peral, 13, diseñado por el arquitecto David Lamota Rebollo. Dicho edificio fue sede del “Museo del Toro”, un espacio moderno y funcional de dos plantas y una superficie de 700 m2., en cuya planta baja se instalaron las taquillas de la Plaza.

Frente a este edificio, en la explanada exterior de la Plaza de Toros se colocó el grupo escultórico “Arco de Toros”, obra de la escultora Carmen Rabanal Tablada, consistente en cuatro cabezas de toro de metal, vaciadas en su interior y unidas entre sí formando un arco sobre un pedestal de hormigón.

Plano de situación de la escultura al "Torero Fernando Domínguez (58). Arco de Toros (79)

Bibliografía: "Escultura Pública en la ciudad de Valladolid" de José Luis Cano de Gardoqui García y WEB

martes, 19 de mayo de 2020

Generosidad II (48)


En el año 1998 se colocó en la Plaza de Juan Bautista de la Salle la escultura “Generosidad II” dedicada a la Hermandad de Donantes de Sangre. Es la segunda escultura de José Andrés Coello realizada para la Hermandad, la primera “Generosidad I”, se encuentra en Reinosa (Cantabria), y ambas guardan entre sí bastante similitud.

La escultura “Generosidad II” es propiedad del Ayuntamiento y de la Hermandad de Donantes de Sangre, está realizada en bronce patinado con sulfato de cobre y amoniaco, sus medidas son, 1,33 m. de alto, 1 m. de ancho y 1 m. de largo; su peso es de 800 Kg. y está colocada sobre un pedestal de 1,60 m. de altura.

Escultura "Generosidad II"


La escultura representa el logotipo de la Hermandad, está compuesta por un bloque prismático que se expande en forma de cruz en las cuatro direcciones a partir de un núcleo central. Unas gotas de bronce derramándose por dos de sus cruces, el campo de gules con los cinco girones ondulados de oro del escudo de la ciudad en la tercera cruz y una inscripción en la cuarta cruz “Valladolid a la Hermandad de Donantes de Sangre”, simboliza la generosidad de los donantes de sangre.

Inscripción de la escultura "Generosidad II"


El autor de la escultura, José Andrés Coello es un artista local nacido en 1935, que domina el arte de la pintura, la cerámica y la escultura. Es autor de varios murales y esculturas situadas en diversos lugares de Valladolid. Su obra se extiende por Europa y América, murales cerámicos, esculturas de gran tamaño realizadas en distintos materiales, pinturas y obras pertenecientes a colecciones tanto públicas como privadas. También ha participado en numerosas exposiciones, tanto nacionales como internacionales.

A partir de 1965 comenzó sus estudios sobre la cerámica popular de la provincia de Valladolid junto con alfareros de Arrabal de Portillo (Valladolid), produciendo numerosas piezas cerámicas, cuadros y murales.

En 1973 fundó la primera escuela de cerámica de Castilla y León llamada “Tierras de Valid”, en la cual se han formado una gran cantidad  de artistas que posteriormente han creado, dirigido e impartido clases en  sus propios talleres cerámicos en distintas ciudades y países.


Plano de situación "Generosidad II" (48)


Bibliografía: "Escultura Pública en la ciudad de Valladolid" de José Luis Cano de Gardoqui García y WEB

domingo, 17 de mayo de 2020

Monumento a los Cazadores de Alcántara (10)



Monumento a los Cazadores de Alcántara

El conjunto histórico situado en el Paseo de Zorrilla, frente a la Academia de Caballería, sede actual del Regimiento de Caballería Acorazada “Alcántara nº 10” inmortaliza un hecho heroico ocurrido en la Campaña de Marruecos.

El regimiento de “Cazadores de Alcántara”, tiene su origen en una antigua orden de caballería fundada en el Reino de León a mediados del siglo XII. A lo largo de los siglos este regimiento ha protagonizado grandes hazañas militares, sobresaliendo la última de ellas ocurrida entre los días 22 y 23 de julio de 1921, que supuso prácticamente su desaparición, cuando en la región de Rif, entre la frontera de Marruecos y las posesiones españolas de la zona, se produjeron las tristes jornadas de Annual y Monte Arruit, donde el ejército español sufrió una importante derrota ante las tropas “rifereñas” lideradas por Abd-el-Krim.


Carga en el río Igan. Augusto Ferrer-Dalmau


Durante la retirada, las tropas españolas que contaban con gran cantidad de heridos, quedaron bloqueadas por los rebeldes “rifereños”. Fue entonces cuando entró en acción el Regimiento de Caballería “Alcántara nº 14” a las órdenes de Fernando Primo de Ribera, compuesto por 691 jinetes, la mayoría de los cuales dejaron su vida para facilitar la retirada de sus compañeros.

Tras estos acontecimientos, que originarían importantes consecuencias políticas, surgió la idea de erigir un monumento que honrase el valor y la entrega de los “Cazadores de Alcántara”. Se abrió una suscripción entre los distintos cuerpos del ejército, y se entablaron negociaciones con el conocido escultor Mariano Benlliure para su ejecución. El bronce necesario para la realización del conjunto fue cedido por el Ministerio de la Guerra.

La suscripción no llegó a  alcanzar la cantidad suficiente para la realización de la escultura según su boceto original que presentó el autor en 1928, y que actualmente se conserva en el Museo del Ejército, siendo necesario reducir el tamaño del conjunto escultórico, lo que supuso una pérdida de monumentalidad frente al gran tamaño de la fachada de la Academia de Caballería y del amplio Paseo de Zorrilla.

Monumento a los Cazadores de Alcántara


Se eligió Valladolid para la colocación del monumento, porque en esos años se estaba construyendo un nuevo edificio para la Academia de Caballería, proyectado en 1919 y que sustituiría al anterior edificio, conocido como el octógono, que había sido destruido por un incendio en 1915. En un principio se pensó colocar el monumento en el patio de armas, pero una vez concluida la construcción del nuevo edificio en 1928, se consideró un nuevo emplazamiento. En agosto de 1930, el director de la Academia de Caballería solicitó autorización para instalar el conjunto escultórico en el Paseo de Zorrilla, frente a la puerta de entrada de la Academia.

Las obras de cimentación comenzaron el 9 de diciembre de 1930, y en abril de 1931 comenzaron a llegar las piezas de granito pulido que constituirían el basamento, mientras el conjunto escultórico ya estaba terminado.

La inauguración fue el día 25 de Junio de 1931 a las diez de la mañana, estuvieron presentes, a parte del escultor Mariano Benlliure, el general Procopio Pignatelli, último coronel al mandó del regimiento en África, y el teniente coronel Gómez Zaragoza superviviente del mismo, el general Alfredo Jiménez Orge, secretario de Manuel Azaña en representación del Ministerio de la Guerra y las autoridades de la ciudad, incluido el arzobispo Remigio Gandásegui. No pudo estar en la inauguración el monarca Alfonso XIII, a quien había invitado el Alcalde de la ciudad en marzo, un mes antes de las elecciones que trajeron la Republica y forzaron al rey a salir del país.

El grupo escultórico está realizado en bronce, tiene una composición compleja debido a la cantidad de elementos integrantes, pero debido a la técnica minuciosa del escultor no produce confusión, percibiéndose hasta los más pequeños detalles, perfectamente tratados y fundidos, dando a cada elemento una independencia espacial y una claridad que atrae al espectador.

Monumento a los Cazadores de Alcántara


Cinco jinetes cabalgan sobre un terreno con elementos vegetales, de todos ellos destaca el jinete central, cuyo atuendo corresponde con el de la caballería de Flandes, primer regimiento de caballería creado en tiempos de Felipe IV. Porta en su mano derecha un estandarte ornamentado con el laurel de la victoria y la paloma del sacrificio. La indumentaria de los otros cuatro jinetes corresponde con las distintas épocas por las que atravesó la caballería española desde su creación, hasta los años 20 del siglo XX.

En el pedestal cinco fechas identifican los momentos destacados de las campañas militares en las que intervino el Regimiento, desde 1657 año en el que se conmemora el triunfo en la guerra franco-española hasta 1921 año conmemorativo de la campaña de Marruecos y el consiguiente desastre de Annual y Monte Arruit.

Las esculturas se asientan sobre un pedestal con forma tronco-piramidal, en cuyas caras aparecen una serie de inscripciones conmemorativas. La cara frontal tiene la inscripción “El Arma de Caballería al Regimiento de Cazadores de Alcántara”, debajo de esta las fechas a las que nos hemos referido anteriormente (1657, 1702, 1773, 1808, 1921). En la cara posterior tiene la inscripción “Por la Patria”, en la cara izquierda “Por la Gloria”, y en la derecha “Por el Honor”.

Monumento a los Cazadores de Alcántara


Mariano Benlliure nació el 8 de septiembre de 1862 en Valencia, fue uno de los mejores escultores de su época, su padre Juan Antonio Benlliure Tomás fue pintor y decorador, llegando a ser profesor en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, sus hermanos siguieron la senda de su padre y se convirtieron en famosos pintores. En cambio Mariano Benlliure, aunque se formó en la pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos en Valencia y en la de San Fernando en Madrid, se decantó por la escultura trabajando en talleres, donde fue perfeccionando tanto el dibujo como la talla y el cincelado.

Se trasladó durante algún tiempo a París y Roma, lo que llegó a conferir a sus trabajos un tono naturalista y academista, y en algunas ocasiones cierta influencia modernista. En 1884 ganó la segunda medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid con una obra enviada desde su estudio en Roma titulada “Accidente”. Regresó a Madrid en 1896 donde estableció su estudio en la Calle Abascal, ganando la Medalla de Honor de la Exposición Universal de París.

Mariano Benlliure desempeñó altos cargos, fue escultor de Palacio, Director de la Academia de España en Roma entre los años 1901 y 1903, Director General de Bellas Artes durante los años 1917 y 1919, y Director del Museo de Arte Moderno de Madrid entre 1917 y 1931, además de miembro  de diversas Academias de Bellas Artes, tanto en España como en el extranjero. Recibió condecoraciones importantes, como la Legión de Honor de Francia, la de Comendador de la Orden de la Corona de Italia y la Gran Cruz de Alfonso X de España.

De su obra son admirables las escenas taurinas, donde representa a los animales llenos de viveza, también sus expresivos retratos de hombres célebres así como las recreaciones de personajes históricos y sus escenas costumbristas, pasos procesionales, figuras ecuestres y composiciones funerarias, entre las que destaca el Mausoleo del torero Joselito en el cementerio de San Fernando en Sevilla realizado en el año 1926.

Mariano Benlliure falleció en Madrid el 9 de noviembre de 1947.

Plano de situación del "Monumento a los Cazadores de Alcántara" (10)

Bibliografía: "Escultura Pública en la ciudad de Valladolid" de José Luis Cano de Gardoqui García y WEB.

sábado, 16 de mayo de 2020

Monumento a Zorrilla (7)


En el año 1895, dos años después de la muerte de Zorrilla, el Ayuntamiento decidió colocar un monumento en el inicio del Paseo de Zorrilla frente a los jardines del Campo Grande, para recordar a tan ilustre poeta. A esta iniciativa se unió el Ateneo de Madrid, que por entonces estaba recaudando fondos con el mismo fin. Se abrió una suscripción popular y se convocó en 1899 un concurso de proyectos para elegir el que más se adecuara para la realización de dicho monumento.

Monumento a José Zorrilla


Antes de la convocatoria y la publicación de las bases del concurso, el Ayuntamiento ya había recibido algún proyecto, como el del escultor Ángel Díaz. En las bases del concurso se determinaba el lugar del emplazamiento, el material tanto el de la base como el de la escultura y el tamaño mínimo entre otras condiciones. Se entregarían bocetos de escayola acompañados de una memoria descriptiva, y el broce necesario sería aportado por el Ministerio de la Guerra.

El concurso fue adjudicado al escultor Aurelio Rodríguez Vicente Carretero que por entonces residía en Madrid y tenía un gran prestigio como escultor y durante los últimos años de vida del poeta había frecuentado su trato, siendo el que realizó en 1893 la máscara mortuoria de Zorrilla, la cual actualmente puede contemplarse en la Casa Museo de Zorrilla en Valladolid.

Escultura de Zorrilla


Las esculturas tanto de Zorrilla como de la Alegoría a la Poesía, se fundieron en Madrid en el taller del vallisoletano Ignacio Arias, el cual utilizó el bronce de los cañones de Cartagena de tiempos de Carlos III donados por el Ministerio de la Guerra. La estatua de Zorrilla pesa 1.452 kilogramos y mide 3 metros de altura, y la de la musa de la poesía pesa 1.400 kilogramos y mide 2,50 metros.

El monumento fue inaugurado el 14 de septiembre de 1900 entre los acordes del “Gloria a  Castilla” interpretado por el Orfeón Pinciano. Se criticó bastante la desproporción de la estatua en relación con el pedestal, ya que se le consideraba pequeño para el tamaño de la escultura, también el antiestético abrigo con el que se representó al poeta.

Orfeón Pinciano


El pedestal estaba formado por dos cuerpos de piedra caliza y un zócalo de granito, el cuerpo superior tiene forma de cono truncado al que se añade un friso y un capitel cilíndrico con ocho florecillas de bronce. En el friso figura la inscripción “AL POETA ZORRILLA”. El cuerpo inferior está formado por una pirámide truncada que aloja diversas inscripciones relativas a las fechas de nacimiento y muerte del poeta, títulos de algunas de sus obras, la dedicatoria “ERIGIOSE ESTE MONUMENTO EN VIRTUD DE LA SUSCRIPCIÓN NACIONAL INICIADA POR EL ATENEO CIENTÍFICO LITERARIO Y ARTÍSTICO DE MADRID AÑO DE M.C.M.”,  y el escudo de Valladolid.

Escultura de la "Alegoría a la Poesía"


El cuerpo inferior presenta un saliente donde se asienta la escultura denominada “Alegoría a la Poesía”, representada por una imagen de una joven que porta una túnica clásica vaporosa y unas alas de mariposa, lleva en su mano una lira y está en aptitud de escuchar recitar al poeta. Es una de las esculturas más bellas de la ciudad, con un modelado bastante más fino que la escultura de Zorrilla más pesada y realista. Zorrilla está en aptitud declamatoria acentuada por la posición de su mano derecha, mientras que con la mano izquierda sostiene un texto. Está vestido con una levita, y sobre esta un abrigo abierto por delante.

Aspecto de la Plaza de Zorrilla en 1907, al fondo la Academia de Caballería

Postal del Monumento a Zorrilla


El monumento en un principio se encontraba en el centro de un jardín diseñado por Sabadell de 52 metros cuadrados, rodeado por una verja octogonal de hierro fundido con apliques de bronce. En el año 1928 se realizaron obras de pavimentación en el Paseo de Zorrilla, fue necesario desmontar el monumento para desplazarlo unos metros, situándolo entre dos fuentes semicirculares en el interior de un jardín de forma ovalada. Esta circunstancia fue aprovechada por el arquitecto municipal Agapito Revilla para aumentar la altura de la base del monumento, el cual añadió dos bancadas de piedra de Campaspero, colocando en la segunda de ellas dos mascarones que en origen pertenecían a dos caños de fuentes.

El Monumento a Zorrilla a finales de los años 60


El trazado de los jardines que rodeaba al monumento fue reformado en 1953, sustituyendo las fuentes adosadas por dos estanques circulares de piedra con sus correspondientes surtidores de agua. Se colocó una acera alrededor con bancos, también un surtidor de gasolina, elementos que en la década de los 70 fueron suprimidos.

El Monumento a Zorrilla en el centro de una fuente cibernética en el año 1999


En el año 1999 se realizó otra modificación sustancial, colocando el monumento de Zorrilla en el centro de una fuente cibernética sobre un estanque ovalado de 1.000 metros cúbicos, equipado con 420 surtidores de agua, 704 focos y 800 metros cuadrados de zona ajardinada. Los chorros de agua constituían  un reloj que indicaba las horas y minutos dependiendo de la altura alcanzada por los chorros de agua. La cantidad de agua que lanzaba la fuente llegaba prácticamente a ocultar el monumento.

En el año 2004 se procedió a realizar una nueva urbanización de la plaza, se construyó un parking y una nueva fuente de tamaño más reducido e integrada en el Paseo Central del Campo Grande. Se volvió a desplazar el monumento unos metros para situarle al lado de dicha fuente.

Aurelio Rodríguez Vicente Carretero nació el 17 de enero de 1863 en Medina de Rioseco, un municipio de Valladolid conocido como “Ciudad de los Almirantes”. Hijo de un tallista de cierta fama inició sus estudios a los 15 años en la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid, obtuvo una beca del Ayuntamiento de Valladolid que le permitió residir tres años en Roma y una larga temporada en Nápoles y Génova, donde amplió sus estudios. Después de este periodo continuó estudiando en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona y en la Academia de San Fernando de Madrid.

En 1887 obtuvo la segunda Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes, se presentó a las Exposiciones Nacionales de 1897, 1901, 1904 y 1906 donde ganó Medallas de segunda y de tercera clase. Residió en Argentina durante algún tiempo, donde trabajó como caricaturista político, llegando incluso a ser encarcelado. De vuelta a Madrid en el año 1893 y gracias al prestigio adquirido recibió los encargos de los monumentos más relevantes de Valladolid y  provincia de la primera década del siglo XX, destacando los dedicados a Zorrilla, Conde Ansúrez, Miguel Íscar, Los Héroes de Moclín en Medina de Rioseco, Isabel La Católica en Medina del Campo entre otros. También realizó encargos en otros puntos de la geografía nacional como en Navia (Asturias), donde hizo en 1912 un monumento al poeta Campoamor, y en Madrid, donde fue seleccionado para trabajar en el monumento a Alfonso XII en el Parque del Retiro. Falleció en Madrid en 1917 a los 54 años de edad.

Plano de situación del "Monumento a Zorrilla" (7)



Bibliografía: Aurelio Carretero creador de ilustres iconos vallisoletanos de José Miguel Travieso, publicado en Revista Atticus dos."Escultura Pública en la ciudad de Valladolid" de José Luis Cano de Gardoqui García y WEB.

Monumento a Colón (8)


En el año 1864 surgió la idea de erigir un monumento dedicado a la memoria de Colón, llegándose a abrir una suscripción popular para la recaudación de los fondos necesarios. Al no ser suficiente la cantidad recaudada para la realización del monumento se pensó en la posibilidad de sustituir dicho monumento por una lápida conmemorativa.

Monumento a Colón


Cuatro años después se retomó la idea con igual resultado, hasta que en el año 1889 la “Comisión de Fiestas del Centenario” organizó un concurso en él que participaron las ciudades de Barcelona, Granada, Huelva, Salamanca y Valladolid, que de una manera u otra habían estado relacionadas con la vida del Almirante. Como resultado de esta iniciativa, y por la falta de recursos se planteó la construcción de un monumento en “La Rábida”, otro en Barcelona y unas lápidas conmemorativas para el resto de las ciudades; decisión que no fue del agrado de la prensa vallisoletana y atacó a las autoridades locales por no haber defendido los intereses de la ciudad.

Esta misma prensa de Valladolid, mediante una Comisión Ejecutiva acordó en 1891 proponer construcción del monumento a Cristóbal Colón con motivo del IV centenario del descubrimiento de América, motivo por el cual, el ayuntamiento se planteó de nuevo la posibilidad del mismo.

Tres fueron los proyectos presentados, en 1891 el de Aurelio Rodríguez Vicente Carretero inspirado en los últimos momentos de la vida de Colón “Agonía de Colón”, proyecto realizado en Roma durante la estancia del escultor en Italia. En el año 1892 el escultor local Darío Chicote presentó un boceto realizado en yeso de su proyecto consistente en una plataforma sobre la que se situaba un  busto de Colón junto con una especie de genio que le indicaba el rumbo a seguir para llegar a América. Ese mismo año el escultor sevillano Antonio Susillo presentó un boceto en cera y una memoria explicativa de un proyecto cuyas características eran muy similares al que había presentado en 1891 en el concurso de la ciudad de La Habana y que resultó ganador.


Alegoría de "El Valor"


El proyecto de Antonio Susillo  fue el elegido de los tres presentados. El primer boceto que presentó Antonio Susillo, y que no fue llevado a cabo, consistía en un basamento conformado por un paralelepípedo de mármol, en cuyas cuatro esquinas se situaban unas figuras de monstruos marinos alusivos al miedo que tenían los navegantes de la época de alejarse a grandes distancias de la costa y caer en el abismo. En el frente un medallón con el retrato de Colón, en los laterales sus armas junto con las de la ciudad de Valladolid y en la parte trasera una inscripción alusiva. Sobre el paralelepípedo un conjunto escultórico en bronce consistente en un palo mayor de una embarcación partido, simbolizando la muerte, sobre el que se apoya la figura de un indígena en representación de América y a su lado una matrona en representación de España, que levanta al cielo un globo terráqueo que simboliza el Nuevo Mundo. El monumento medía 8,50 metros de altura, la mitad que tiene el actual.


Alegoría de "El Estudio"


El boceto de Antonio Susillo no pudo ser realizado por problemas económicos, no ocurrió así con el que se iba a instalar en la ciudad de La Habana, que básicamente era igual al ofrecido para la ciudad de Valladolid, con la diferencia de la escultura de Colón por delante de la escultura de la Fe, que sustituía a la escultura del indígena y la matrona, cambio aconsejado por la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

El monumento constaba de dos partes diferenciadas, la parte escultórica que Susillo encargó a la fundición “Thiebant Frères” de París, y la parte del basamento, cuyas piedras procedían de las canteras de Vigo.


Alegoría de "La Náutica"


En 1896 Antonio Susillo murió de forma trágica y dos años después, cuando se disponía el traslado de las piezas del monumento a la ciudad de la Habana para ser ensamblado y colocado, se desencadenó la Guerra de la Independencia de Cuba con la consiguiente pérdida de la colonia española, lo que ocasionó la paralización del proyecto de erigir un monumento a Colón en La Habana. Numerosas provincias españolas solicitaron la concesión del monumento, cuya parte escultórica se encontraba en París formando parte de la Exposición Universal de 1900, alcanzando un gran reconocimiento.

De todas las provincias que solicitaron la concesión del monumento a Colón, tan solo quedaron tres para decisión final, Madrid que pretendía colocar el monumento en el Paseo del Retiro, Sevilla y Valladolid, que siendo el lugar donde había muerto Colón el 21 de mayo de 1506 y donde había sido enterrado por primera vez, no disponía de ningún monumento alusivo.


Alegoría de "La Historia"


En febrero de 1901 el Consejo de Ministros, decretó la concesión del monumento de Colón a la ciudad de Valladolid, no sin un nuevo intento por parte de la ciudad de Sevilla de hacerse con él, creyéndose con el único derecho, si se tiene en cuenta que Cristóbal Colón estaba enterrado en su catedral, que el escultor Antonio Susillo era sevillano y que la ciudad había desembolsado la cantidad de un millón de reales a los herederos del escultor.

El paso siguiente era elegir el lugar idóneo en Valladolid para instalar el monumento, para tal fin el periódico “El Norte de Castilla” organizó una consulta popular en la que obtuvo la mayoría de votos la propuesta de situar el monumento al final del Campo Grande, en la confluencia del Paseo de Filipinos, Calle Muro y Calle Gamazo. Una situación adecuada teniendo en cuenta que permitía contemplar el monumento desde sus cuatro lados. La Comisión de Obras del Ayuntamiento presidida por su alcalde Alfredo Queipo de Llano se pronunció a favor de dicho emplazamiento.

Un año entero fue necesario para el traslado de las diferentes piezas que constituían el monumento a Cristóbal Colón, tarea de la que se encargó el arquitecto municipal Juan Agapito Revilla. Se trasladaron las piedras del basamento desde Vigo, se contrató la parte arquitectónica que fue ejecutada en tres partes independientes, se labró el globo terráqueo de 3,30 metros de diámetro realizado en piedra blanca de Ibeas (Burgos) al que se le colocó una faja de bronce, se trajeron las esculturas que se encontraban en París, junto con las de la barca, Colón y La Fe.

El 13 de septiembre de 1903 se colocó la primera piedra, aprovechando la visita oficial del monarca Alfonso XIII a Valladolid. Ofició el acto el cardenal Cos y recibieron al Rey el alcalde Alberto Queipo de Llano y varios Concejales.


Tarjeta postal del año 1906

Tarjeta postal

El 15 de septiembre de 1905 se inauguraba el monumento al descubridor de América. En el acto se leyó la Memoria de las Obras por parte del arquitecto municipal Juan Agapito Revilla, se pronunció un discurso por parte del alcalde Antonio Bujedo y se firmó el acta de la inauguración por parte de las autoridades. Para amenizar el acto se incluyó la actuación del “Orfeón Pinciano” que interpretó el himno a Colón, cuyo autor de la música fue José Aparicio, director de dicha coral y de la letra Santiago Cernuda, redactor de “El Norte de Castilla”.

El monumento definitivo adopta forma escalonada, consta de una base de piedra con forma de pirámide truncada, en la que se sitúan cuatro relieves de bronce realizados con gran virtuosismo y detalle. En ellos se narran episodios de la expedición. Colón explicando su proyecto a los Padres de la Rábida; la salida de la expedición del puerto de Palos; la llegada a América; y la recepción de Colón a su regreso en Barcelona.


Relieve de Colón explicando su proyecto a los Padres de la Rábida

Relieve de la salida del puerto de Palos

Relieve de la llegada a América

Relieve de la recepción de Colón por los Reyes Católicos a su regreso a Barcelona


En las esquinas de la base se sitúan cuatro grandes esculturas alegóricas que representan, El Estudio mediante un hombre sentado con el brazo sobre un libro; La Náutica con dos esculturas, una mujer sentada que recibe un objeto de un joven que se halla postrado a sus pies sobre una maroma y otros utensilios empleados en la navegación; El Valor con un hombre musculoso con el torso desnudo empuñando una espada que apoya en su regazo; y La Historia, representada por una mujer con el torso desnudo, un manto cubriéndola las piernas y su mano derecha sobre un libro apoyado en la piedra.

Sobre la base, un primer cuerpo en el que se sitúa un medallón de los Reyes Católicos, otro con la imagen de la Virgen, un escudo real con águila y un león coronado con un castillo. En el segundo cuerpo se apoya un globo terráqueo realizado en piedra, en el cual se ha labrado el relieve del mapa del mundo, rodeado de una faja elíptica de bronce con el lema “Non Plus Ultra”.

El monumento se remata con un conjunto escultórico formado por una barca con la fecha del descubrimiento 1492 inscrita en su proa, sobre la que se sitúa la figura de Colón arrodillado con los brazos extendidos hacía abajo y las manos abiertas, detrás de Colón se encuentra la alegoría de La Fe representada por una mujer de pie con un velo cubriéndola la cabeza, en su mano derecha porta una cruz y en la mano izquierda un cáliz, representando la Fe de Cristóbal Colón en todos sus pasos hacia el descubrimiento del nuevo mundo.


Conjunto escultórico que remata el monumento a Colón


El monumento se completó rodeándolo de un pequeño jardín con una verja perimetral con motivos vegetales y el escudo de la ciudad en sus pilares, realizada por Baez Egiluz en 1906, aunque no se colocó hasta el año 1908. Se han producido cambios en la urbanización de la zona a lo largo de los años hasta llegar al estado actual.

Antonio Susillo Fernández nació en Sevilla el 18 de abril de 1857 y murió el 21 de diciembre de 1896 en la misma ciudad con apenas 39 años de edad. Desde pequeño mostró un gran interés por las Bellas Artes, aunque se encontró con la oposición de su padre y la carencia de maestros. Inició su formación en el taller de un alfarero de Sevilla, donde trabajó el barro realizando bajorrelieves y figuras de pequeño tamaño y diversa temática desarrollando una gran minuciosidad en los detalles, característica apreciable posteriormente en el trabajo del escultor.

Antonio Susillo recibió formación del pintor José de la Vega Marrugal, quien al conocer su obra se empeñó en enseñarle las primeras nociones de dibujo. Gracias al mecenazgo del príncipe ruso Giedroge que visitó Sevilla y se quedó impresionado de la obra de Susillo pudo estudiar en la Escuela de Bellas Artes de París, donde alcanzó un reconocido prestigio. En 1885 el Gobierno Español se dió cuenta de su valía y le concedió una beca para que fuese a estudiar a Roma, donde estuvo durante un periodo de tres años.

En 1887 ganó una medalla por el segundo premio en la Exposición de Bellas Artes de Madrid, también fue galardonado con la Encomienda de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, y fue elegido en 1887 Académico de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, con sede en Sevilla.

Su prematura muerte truncó una prometedora carrera, en la que no llegó a alcanzar la plena madurez creativa.

Plano de situación del "Monumento a Colón" (8)

Bibliografía: Los relieves de Antonio Susillo en el monumento a Cristobal Colón en Valladolid de Luis José Cuadrado Gutierrez, publicado en Revista Atticus uno."Escultura Pública en la ciudad de Valladolid" de José Luis Cano de Gardoqui García y WEB.