Fachada principal |
En la Edad Media las reuniones de
los concejales se realizaban en los templos, los atrios, o en alguna
dependencia religiosa. En Valladolid el concejo de la villa tenía lugar en el
claustro de la hoy desaparecida Iglesia Colegial de Santa María. A finales del
siglo XIV las actividades mercantiles de la población se habían trasladado a la
zona que ocupa hoy la Plaza Mayor, estableciendo un mercado rodeado de casas,
entre las que se encontraba el convento de San Francisco establecido en el año
1260. Por tal motivo el Concejo solicitó en 1338 a los franciscanos que les
cedieran un espacio para constituir una Sala de Ayuntamiento. Durante un tiempo
las reuniones de los Concejales se realizaban en los dos recintos, la Iglesia
de Santa María y el convento de San Francisco, hasta que los Reyes Católicos
ordenaron por Real Cédula del 10 de abril de 1499, que el Ayuntamiento de la
villa de Valladolid se reuniera tan solo en las casas de la Plaza del Mercado.
Poco a poco se fue consolidando en Valladolid una Casa Consistorial situada en
el costado meridional de la Plaza, junto al convento de San Francisco, aunque
con el tiempo el Ayuntamiento necesitó mayor espacio para realizar sus
funciones, y en el año 1546 decidió construir una Casa Consistorial, para lo
cual se solicitaron planos a importantes arquitectos, como Francisco de
Salamanca, Rodrigo de la Riva, Juan Sanz de Escalante y Rodrigo Gil de
Hontañón.
El 21 de septiembre de 1561 se
produjo un incendio que destruyó el núcleo central de la villa, incluida la
obra que se estaba realizando para la construcción del edificio del Ayuntamiento. Tras el incendio
fue necesaria una reforma urbanística, la cual se hizo siguiendo el proyecto de
Francisco de Salamanca, y aprovechando el nuevo diseño urbanístico de la Plaza
Mayor se produjo un cambio de ubicación para la construcción del Ayuntamiento.
No se conservan trazas de la obra, se conoce que las primeras directrices
fueron dadas por Francisco de Salamanca en su reforma urbanística, aunque en el
mismo septiembre de 1561, se acordó seguir el proyecto de Juan Sanz de
Escalante por ser el menos costoso y más adecuado para al villa. La
construcción no se inició hasta el año 1563, en la que se siguieron las trazas
de Francisco de Salamanca, el cual falleció tres años después, siendo necesaria
la elección de un nuevo arquitecto para la continuación de la obra, elección
que recaería sobre Francisco Arellano, el cual se comprometió a construir el
cuerpo bajo del Ayuntamiento. La obra avanzó lentamente, hasta que en 1584, el
ingeniero Francisco de Montalbán presentó un nuevo proyecto para la
continuación de la obra, rematándola en 1585 Juan de Herrera con la ayuda de
Pedro Mazuecos el Mozo, y Diego de Praves.
Anterior Casa Consistorial, iniciada en 1563 |
El resultado fue un edificio que
respondía al estilo arquitectónico de los austrias, inicialmente no disponía de
las torres laterales, ya que estas fueron levantadas hacia el año 1600
siguiendo las trazas del arquitecto Nicolás Bueno. El nuevo Ayuntamiento tenía
planta rectangular y era bastante más pequeño que el actual, presentaba una
construcción bastante heterogénea debido sin duda a la cantidad de arquitectos
que participaron en su construcción, el edificio era exento, y a diferencia del
resto de la plaza no tenía soportales, las pendientes de su cubierta eran acusadas,
y presentaba una composición de fachada simétrica con pilastras
desornamentadas. Tenía dos plantas y un bajo cubierta, la planta alta estaba
constituida por una galería de lado a lado formada por diecisiete balcones con
arcos de medio punto, más que una balconada podría hablarse de un logia que
recorría la fachada de lado a lado y que tendría un papel importante, el de la
celebración de los distintos actos que se realizaban en la plaza.
Planta del nuevo Ayuntamiento |
Para la construcción del nuevo
Ayuntamiento se debatió si se encargaban las obras directamente al arquitecto
municipal, o si se optaba por convocar un concurso de proyectos, lo cual originó
retrasos, a finales de 1880 fallecía el alcalde Don Miguel Íscar sin conocer
quién sería el encargado de realizar la obra. Finalmente la Comisión de Obras
publicó un concurso de proyectos en la Gaceta el 5 de agosto de 1882, en el que
se presentaron cuatro proyectos, los cuales fueron remitidos el 18 de febrero
de 1883 a la Real Academia de San Fernando para su informe, el cual fue
trasmitido al Ayuntamiento el 14 de julio de 1883, en el que se daba como
ganador el proyecto de Antonio Iturralde y Monel, aunque en el informe
redactado por Antonio Ruiz Salces se proponía alguna modificación al objeto de
proporcionar mayores garantías en la construcción del nuevo Ayuntamiento.
Detalle de su torre central |
El
edificio diseñado por Antonio Iturralde, era una obra con capacidad funcional y
representativo de la institución, mostraba una fachada de evocación
renacentista sobre la que emergía un torreón, según los tipos neomedievales
europeos, el interior estaría decorado a base de grandes lienzos pintados al
óleo o al fresco, recordando hechos gloriosos de la ciudad.
El 2 de julio de 1885 se convocó la
subasta para el contrato de construcción, aunque problemas económicos
retrasaron el inicio de las obras hasta el año1892, forzando a Antonio
Iturralde a realizar modificaciones en su proyecto. Fue necesario modificar las
alineaciones de los edificios cercanos ya que el nuevo Ayuntamiento tenía una
planta bastante más grande que el anterior. La primera piedra del nuevo
edificio se colocó el 26 de junio de 1893, siendo alcalde Don Francisco María
de las Moras, aunque las obras pronto se paralizarían tras la muerte de Antonio
Iturralde el 20 de febrero de 1897.
Para la continuación de las obras la
Comisión de Obras del Ayuntamiento decidió que estas, las tendría que terminar
un arquitecto con nombre y que hubiese proyectado edificios importantes y
grandiosos para instituciones nacionales, para elegir al arquitecto la Comisión
de Obras realizó un sorteo entre los autores de seis de los edificios más
representativos a nivel nacional, y de esta manera fue designado para la
continuación de las obras el arquitecto Enrique Repullés y Vargas, autor del
proyecto del nuevo Palacio de la Bolsa de Madrid.
Durante un año trabajó Enrique
Repullés en la redacción del proyecto, en el que sopesaba la utilización de lo
ya realizado por Antonio Iturralde, aunque definitivamente solo aprovechó la
cimentación. El proyecto fue presentado mediado el año 1898 y aprobado por el
Ayuntamiento el 16 de diciembre de 1898, las obras se subastaron el 1 de
febrero de 1901, siendo inaugurado el nuevo Ayuntamiento el 19 de septiembre de
1908.
El edificio de grandes dimensiones,
tiene planta rectangular precedida de un pórtico-tribuna en su fachada
principal, dispone de torres en las cuatro esquinas, patio interior para la
iluminación de las dependencias en los distintos pisos, y una gran escalera de
tipo imperial con tiro central, que se completa con sendos tramos laterales
para alcanzar la planta noble, estando realizada de materiales nobles. En la
planta principal se encuentran las dependencias públicas, como la Galería de
Recepciones y el Salón de Fiestas, a ambos lados se encuentran los despachos de
las autoridades con sus correspondientes salas de espera y secretarías, el
resto de la planta se reserva para oficinas, y en la parte correspondiente con
la fachada posterior se encuentra el Salón de Sesiones.
Escalera imperial |
Las fachadas del edificio se
inspiran en la arquitectura española del siglo XVI, adaptando su estilo al empleo
de nuevos materiales y procedimientos de construcción, sin embargo la torre del
centro de la fachada sigue la tradición de los consistorios de la Edad Media,
para lo cual su construcción obligó a modificar el sistema de cubiertas de la
segunda planta. Respecto a la decoración interior, domina la ornamentación
plateresca, extendiéndose de forma gradual hasta el Salón de Sesiones, en cuyos
muros conviven arcos apuntados, conopiales, y lobulados, signo de una gran
riqueza arquitectónica. Un aspecto importante del edificio de Repullés radica
en su modernidad en la utilización de
materiales, con zócalos de granito, calizas de Campaspero y Villanubla en la
cimentación, entrepaños de ladrillo, hierro en las cubiertas, y plantas con
madera en el pavimento y la nobleza del mármol en la escalera imperial.