sábado, 3 de noviembre de 2012

Iglesia de El Salvador

Iglesia de El Salvador

          El origen de la iglesia fue una ermita dedicada a Santa Elena en el año 1254, convirtiéndose en parroquia dedicada al Divino Salvador en el año 1336. Las partes más antiguas corresponden a la capilla de San Juan Bautista concluida en 1487, y la organización general tanto de la nave como de la cabecera se correspondieron con la primera mitad del siglo XVI.

            Durante el siglo XVI se fueron ampliando y reformando diversas capillas alojadas entre las pilas de la nave, para más adelante transformar las del lateral de la epístola en el siglo XVIII. La actual portada fue edificada entre los años 1541 y 1559 por Juan Sanz de Escalante, artista ligado a la saga de canteros de Trasmiera que se asentaron en Valladolid, la portada se inspira en obras de Rodrigo Gil de Hontañón.
Portada de la iglesia
           
                La portada se organiza en tres cuerpos, en el cuerpo bajo, dos puertas adinteladas flanqueadas por columnas jónicas, en el siguiente aparecen dos óculos flanqueados en este caso por columnas dóricas representándose la escena de la anunciación, y en el tercer cuerpo se abre una ventana con un arco de medio punto flanqueada por columnas corintias, una serie de pequeñas estatuas representan la Transfiguración. La portada se remata con una peineta donde se aprecia un bajorrelieve que representa a Dios Padre.

            La torre se reformó en 1606 aunque tuvo que ser reconstruida en 1691 después de su hundimiento, intervino en la reconstrucción Bartolomé de la Calzada concluyendo la obra en 1707. Tiene un primer cuerpo de base cuadrada de piedra y un segundo ochavado realizado en ladrillo con dos pisos de arcos, está rematada con un chapitel de pizarra.

            La capilla de San Pedro Regalado se construyó en 1710, siendo ampliada en 1727,  perdiendo posteriormente la cubrición en bóveda de media naranja y la estructura del camarín que debió tener en la ampliación. La actual sacristía es de 1722 según los planos de Pedro de Rivas.

            La iglesia edificada a lo largo de tantos siglos, presenta exteriormente una volumetría muy movida en la que los elementos como la torre y la portada plateresca, introducen un orden que contrasta con las actuales cornisas y planos de cubiertas que enmascaran la organización interior, la complejidad resulta mayor por la libertad de asentamiento de las edificaciones ampliadas en el costado del evangelio, y por la limitación impuesta por el trazado de la calle del Santuario que las capillas de  la epístola llegan a angostar. La cubierta en estas condiciones constituye un plano envolvente y complejo que oculta la volumetría tan variada del interior.
Planta de la iglesia

            Tiene una nave única de cinco tramos construida de ladrillo y cubierta con bóveda de cañón apuntado con lunetos y decorada con yeserías pintadas. La nave no siempre tuvo este aspecto, sino que es el producto de una reforma llevada a cabo en 1631, en la que se sustituyeron los artesonados de madera. Estos estaban apoyados en arcos diafragmáticos ojivales de piedra similares a los de la iglesia de Santiago y la desaparecida de San Lorenzo, dichos arcos fueron aprovechados como arcos fajones de la actual bóveda. Los laterales de la nave son de estilo clasicista, arcos de medio punto soportan un entablamento que recorre toda la nave a la altura del arranque de las bóvedas. A los pies se encuentra el coro de mediados del siglo XVI, donde está instalado un órgano romántico construido por la casa Quintín Rufiner.

            El ábside de la nave acoge un retablo barroco construido hacia 1750 del que solamente se conserva la escena central de la Transfiguración del Señor. Se organiza en cuatro columnas corintias entre las que a parte de la Transfiguración se encuentran las imágenes de San Sebastián y Santa Bárbara. En el ático se representa la expulsión de Adán y Eva del paraíso. Otros dos pequeños retablos laterales representan a San Antón en el lado del Evangelio y a San Francisco de Paula en el lado de la Epístola.
Interior de la iglesia

            Del conjunto de capillas adosadas sobresale la de San Juan Bautista mandada edificar por Gonzalo González de Illescas como capilla funeraria. Es de estilo hispano flamenco y tiene gran parecido con la capilla funeraria de Fray Alonso de Burgos (actual museo de escultura, obra sobresaliente de la mejor arquitectura hispano flamenca , que pocos seguidores tuvo en Valladolid). Se finalizó su construcción en 1487, está estructurada en dos tramos, uno de ellos cubierto con bóveda estrellada y el otro con bóveda de terceletes, en este último se abre una ventana tardogótica. Existen dos criptas funerarias y se pude apreciar un retablo tríptico de estilo flamenco datado en 1502.
Estatua de San Pedro Regalado

            Otra de las capillas laterales de más veneración es la dedicada a San Pedro Regalado, patrón de la ciudad y que según la tradición fue bautizado sobre el año 1390 en la pila bautismal que se encuentra a los pies de la iglesia.