Palacio del Conde de Gondomar, también conocido como Casa del Sol |
El palacio del Conde de Gondomar conocido también por el
nombre de “Casa del Sol” por el sol que aparece encima del escudo en la
portada, fue construido entre los años 1539 y 1540 según indica la fecha que se
puede ver en la portada. Se construyó para el licenciado Don Sancho Díaz de
Leguízamon, alcalde de la Corte y del consejo de S.M., y su esposa Doña Mencia
de Esquivel. Fue arrendado durante dos años a la condesa de Monterrey, y en el
año 1595 las religiosas Perales intentaron comprarlo sin conseguirlo. En 1599
el palacio pertenecía a los herederos de Don Hernando de Rivadeneira, los
cuales lo vendieron a finales del siglo XVI a Don Diego Sarmiento de Acuña,
conde de Gondomar, caballero de la Orden de Calatrava, y embajador de Felipe
III en Inglaterra, un gran erudito y poseedor de una de las bibliotecas más
importantes de su época.
Detalle del sol que da nombre al edificio |
Fue el Conde de Gondomar quien se encargó en el año 1612
de reformar y de concluir las obras del palacio, dichas obras corrieron a cargo
de los maestros Marcos Escudero y Jerónimo Ruiz, bajo la supervisión de
Francisco de Praves, a la vez que se concluían las obras del templo adyacente
de San Benito el Viejo, cuyo patronato ostentaba la familia del Conde de
Gondomar y que estaba ligado a la propiedad del palacio.
Planta del palacio |
El conde instaló en el palacio su rica e importante
biblioteca, siendo una de las mayores del reino, sus estanterías repletas de
libros hasta el techo ocupaban las paredes de cuatro grandes salas del palacio.
Los libros fueron vendidos por los descendientes del Conde de Gondomar a Carlos
IV en el año 1806, y actualmente se conservan en su mayoría en la Biblioteca
Nacional de España, adscritos al Museo Nacional del Colegio de San Gregorio.
Detalle de la portada |
En la actualidad lo único que se mantiene del palacio es
su fachada, ya que su interior está muy modificado y han desaparecido sus
elementos principales. La fachada está íntegramente construida en piedra de
sillería. El edificio tiene dos pisos y presenta una gran cantidad de ventanas
y balcones protegidos con buenas rejas, está flanqueado por dos torreones
realizados de ladrillo enfoscado, los cuales hacen resaltar la piedra de la
fachada y a la vez dan el carácter palacial al edificio. El elemento más
relevante es su portada, su composición es piramidal y está formada por un arco
de medio punto flanqueado por dos pares de columnas corintias con entablamentos
clásicos, ornamentados en un estilo plateresco con grutescos, decoración que
también se encuentra en el zaguán y en algunas dependencias interiores. La
portada se completa con un balcón encima de ella, y está coronada por una
peineta añadida hacia el año 1600 con el escudo del Conde de Gondomar y un sol
en lo alto que da nombre al edificio.
En el año 1912 tanto el palacio como la iglesia de San
Benito el Viejo fueron comprados por las Madres Oblatas, las cuales
permanecieron en dichos edificios hasta el año 1980, en el que fueron comprados
por los Padres Mercedarios Descalzos, pasando en 1999 a ser propiedad del
Estado. En el año 2012 el conjunto se ha convertido en el Museo de
Reproducciones Artísticas, sede perteneciente al Museo Nacional de Escultura
del Colegio de San Gregorio.
Fachada del palacio |