La Mesta era una asociación de
ganaderos del reino de Castilla, creada en el año 1273 durante el reinado de
Alfonso X. Entre las actividades de la Mesta estaba la de trasladar al ganado a
los pastizales de invierno, actividad conocida como “trashumancia”. Para tal
fin utilizaban las cañadas, que eran caminos que discurrían entre los campos de
cultivo y cruzando poblaciones.
Las cañadas cuando discurrían
entre los cultivos tenían una anchura máxima de 90 varas castellanas (unos 74
metros), estás no tenían límite máximo cuando cruzaban los montes comunales o
terrenos baldíos. La Mesta tenía la obligación de cuidar del buen estado de las
cañadas, eran tres las principales, la leonesa, la segoviana, y la manchega.
Escultura "La Mesta" |
En Valladolid el actual Paseo de
Zorrilla y la Calle Cañada Real pertenecían a la red de cañadas de Castilla y
León, por las que discurrían los rebaños de ovejas, por tal motivo se erigió
una escultura denominada “La Mesta” que representa a un rebaño de ovejas junto
con su pastor, dicha escultura está realizada con chapas de acero recortadas y
soldadas unas a otras. Está situada en una zona verde al final del Paseo de
Zorrilla e inicio de la Calle Cañada Real.
Escultura "La Mesta" |
Su autor Miguel Escalona nació en
1943 en la localidad de Santa Eulalia del Campo de la provincia de Teruel,
aunque vivió en Valladolid, donde realizó prácticamente la totalidad de su
obra.
Utilizaba para su trabajo objetos
de anticuarios o reciclados, los cuales los trasformaba en una obra de arte que
volvía a renacer. En 1964 obtuvo el premio de escenografía con “La Maquina de
Sumar” de Arnold Racie en Pamplona y en 1965 viajó a Estocolmo, donde trabajó
durante cuatro años conociendo nuevos materiales y soportes artísticos. Durante
su estancia en Estocolmo realizó diversos murales y esculturas, también estudió
la cerámica contemporánea y las técnicas “Rakú”.
El “Rakú” es una técnica
tradicional oriental de cocción de piezas de arcilla consistente en la cocción
de las mismas en hornos pequeños a una temperatura entre 900 y 1000 grados, y
cuando están en estado incandescente se depositan unos minutos en un recipiente
con hojarasca y virutas de madera, para pasar a enfriarse de forma brusca
sumergiéndolas en agua. De este modo debido al cambio brusco de su temperatura
se originan colores inesperados y brillos metálicos distintos para cada pieza.
En 1969 regresó a España, donde
permaneció hasta el día de su muerte en abril de 2002, investigando nuevas
técnicas y trabajando en hierro. Entre su obra destacan los montajes realizados
en locales de Valladolid como “Roma es Azul”, “La Salamandra”, “El Desierto
Rojo” y la Parroquia de la Merced.
Plano de situación de la escultura "La Mesta" (110) |