domingo, 7 de junio de 2020

La Mesta (110)


La Mesta era una asociación de ganaderos del reino de Castilla, creada en el año 1273 durante el reinado de Alfonso X. Entre las actividades de la Mesta estaba la de trasladar al ganado a los pastizales de invierno, actividad conocida como “trashumancia”. Para tal fin utilizaban las cañadas, que eran caminos que discurrían entre los campos de cultivo y cruzando poblaciones.

Las cañadas cuando discurrían entre los cultivos tenían una anchura máxima de 90 varas castellanas (unos 74 metros), estás no tenían límite máximo cuando cruzaban los montes comunales o terrenos baldíos. La Mesta tenía la obligación de cuidar del buen estado de las cañadas, eran tres las principales, la leonesa, la segoviana, y la manchega.

Escultura "La Mesta"


En Valladolid el actual Paseo de Zorrilla y la Calle Cañada Real pertenecían a la red de cañadas de Castilla y León, por las que discurrían los rebaños de ovejas, por tal motivo se erigió una escultura denominada “La Mesta” que representa a un rebaño de ovejas junto con su pastor, dicha escultura está realizada con chapas de acero recortadas y soldadas unas a otras. Está situada en una zona verde al final del Paseo de Zorrilla e inicio de la Calle Cañada Real.

Escultura "La Mesta"


Su autor Miguel Escalona nació en 1943 en la localidad de Santa Eulalia del Campo de la provincia de Teruel, aunque vivió en Valladolid, donde realizó prácticamente la totalidad de su obra.

Utilizaba para su trabajo objetos de anticuarios o reciclados, los cuales los trasformaba en una obra de arte que volvía a renacer. En 1964 obtuvo el premio de escenografía con “La Maquina de Sumar” de Arnold Racie en Pamplona y en 1965 viajó a Estocolmo, donde trabajó durante cuatro años conociendo nuevos materiales y soportes artísticos. Durante su estancia en Estocolmo realizó diversos murales y esculturas, también estudió la cerámica contemporánea y las técnicas “Rakú”.

El “Rakú” es una técnica tradicional oriental de cocción de piezas de arcilla consistente en la cocción de las mismas en hornos pequeños a una temperatura entre 900 y 1000 grados, y cuando están en estado incandescente se depositan unos minutos en un recipiente con hojarasca y virutas de madera, para pasar a enfriarse de forma brusca sumergiéndolas en agua. De este modo debido al cambio brusco de su temperatura se originan colores inesperados y brillos metálicos distintos para cada pieza.

En 1969 regresó a España, donde permaneció hasta el día de su muerte en abril de 2002, investigando nuevas técnicas y trabajando en hierro. Entre su obra destacan los montajes realizados en locales de Valladolid como “Roma es Azul”, “La Salamandra”, “El Desierto Rojo” y la Parroquia de la Merced.

Plano de situación de la escultura "La Mesta" (110)