jueves, 6 de diciembre de 2012

Iglesia de San Agustín

Iglesia de San Agustín (actual Archivo Municipal)


            La iglesia de San Agustín es la única parte que se mantiene en pie del convento que fundaron los agustinos en 1407, cuando estos se trasladaron a unas casas con corrales y huertas situadas en el barrio medieval del “Reoyo”, las cuales fueron donadas por Ruy López Dávalos, Condestable de Castilla y su mujer Elvira de Guevara y que pertenecían en un principio a Catalina de Lancaster, esposa de Enrique III. El convento quedó organizado hacía el año 1416, y en los sucesivos años fue ampliándose con la adquisición de numerosas casas de los alrededores, así como huertos y terrenos cercanos.
Planta de la iglesia

            El convento se mantuvo en funcionamiento hasta el siglo XIX y concretamente hasta el año 1801, en el cual las tropas francesas en su camino hacía Portugal, lo utilizaron de albergue y almacén, causando en él grandes destrozos, más adelante lo volverían a utilizar durante la Guerra de la Independencia expoliando lo que quedaba. En el año 1814, tras la salida de ejército francés se reanudó la vida monástica, aunque tan solo con cuatro monjes. El convento fue nuevamente desalojado durante el Trienio Liberal, volviéndose a utilizar una vez más hasta el año 1835, en el que la desamortización acabó definitivamente por cerrar el convento de San Agustín. Las instalaciones del convento, que ya presentaban un aspecto lamentable, fueron cedidas a la Hacienda militar para usarlas como cuartel y fuerte, junto con las propias del monasterio de San Benito. Se tiene constancia de que en el año 1864, el convento de San Agustín se utilizaba como panadería militar y su iglesia servía de granero para los caballos de la guarnición.

            La iglesia estaba completamente desmantelada a comienzos del siglo XX, y en 1925 se demolió la residencia de los monjes y parte del claustro, trasladándose su  arquería al Museo Arqueológico, años después se colocó en el Campo Grande, para más adelante depositar 16 de sus arcos en el Museo Nacional de Escultura y en la Calle Cadenas de San Gregorio junto a la “Casa del Sol”. En 1940 tanto la iglesia como el resto del conjunto monástico se encontraban en un estado ruinoso, y a raíz de un informe redactado a instancias de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en el cual se reseñaba el escaso valor artístico del conjunto, se barajó la posibilidad de su demolición para construir un cuartel de intendencia. En 1942 la Hacienda militar decidió ceder las ruinas de San Agustín al Ayuntamiento de Valladolid, cesión que no se llevó a efecto hasta el año 1966, permaneciendo estas sin uso, salvo para la organización de algunos eventos culturales, hasta el año 2002, en el que se acometió el proyecto de restauración de la iglesia, única parte que quedaba, para adecuarla como sede del Archivo Municipal, en el cual se guarda documentación que data desde el siglo XII hasta la actualidad, donde destaca como el documento más antiguo, un privilegio de Enrique I de Castilla, por el cual se dona al concejo de Valladolid, la villa y el castillo de Cabezón de Pisuerga en reconocimiento de la fidelidad al rey del concejo frente a los enfrentamientos con la nobleza.
Arquería original del claustro ubicada en la fachada actual
Antiguo claustro (Grabado de Miguel A. Soría)

            Las primeras referencias sobre la fecha de construcción de la iglesia se remontan hacía 1550, año en el que una bula papal concede al convento un remanente económico para la construcción del templo. Las obras fueron iniciadas por Hernando del Hoyo y Rodrigo de la Cantera, bajo el patronazgo de Felipe de Tassis, estas comenzaron por la  cabecera y el crucero del templo, también se construyeron las dos primeras capillas del cuerpo de la iglesia. Las obras prosiguieron en 1619 siguiendo las trazas de Diego de Praves, el cual para conservar las proporciones de la cabecera y el crucero, utilizando una planta consistente en una nave central con capillas entre los contrafuertes, tuvo que forzar las proporciones de la nave hasta alcanzar bastante altura, corrigiendo su exceso en la fachada de los pies, independizándola del espacio interior. En su interior el templo resulta bastante espacioso, está formado por una sola nave alargada, con cinco capillas por cada lado entre los contrafuertes, las dos últimas bajo el coro, que se alzaba sobre una bóveda de aristas, el crucero estaba cubierto con una cúpula vaída trasdosada, señalándose al exterior con un cimborrio, y la nave se cubría con una bóveda de cañón realizada en ladrillo y blanqueada con cal. Adosadas a la iglesia se construyeron varias capillas funerarias, de las que ninguna ha llegado hasta nuestros días, como la del banquero italiano Fabio Nelli, propietario del cercano palacio que lleva su nombre.

            La construcción de la iglesia se prolongó entre los años 1550 y 1627 utilizándose dos estilos diferenciados en cada una de sus dos etapas, uno el tardo-gótico, inspirado en la Colegiata jesuítica de Villagarcía de Campos, y el otro, el clasicista al que corresponde la fachada principal, donde se encuentran los escudos de los condes de Villamediana.

            El proyecto de obras para la rehabilitación de la iglesia de San Agustín se aprobó en Pleno el 8 de junio de 2001, y el edificio fue inaugurado el 2 de mayo de 2003, como recordatorio del antiguo edificio conventual, se instaló la arquería original del claustro del convento de San Agustín, formando un ángulo recto, evocando la situación original del mismo antes de su traslado. Después de la realización de varios sondeos en el ámbito de la iglesia, se han hecho excavaciones, de las que han resultado tres niveles arqueológicos, el primero de acceso libre, convertido en una zona ajardinada, el segundo, al que solo se puede acceder a través de visitas guiadas dada la delicadeza de las instalaciones, y un tercero que corresponde con los restos del propio convento de 1407.

Localización de los conventos de la zona según el plano de Bentura Seco (1.738)