Fachada del convento de Las Salesas |
Fue fundado en 1860 por Doña María Manuela Peguera y
Pedrolo, baronesa de Rocafort, después de que no prosperase el intento de
fundación en Barcelona por la falta de los apoyos necesarios. Al no prosperar
la fundación del convento en Barcelona, el canónigo de la Catedral de
Valladolid, Don José Rubio, hizo llegar a la baronesa su deseo de que el
convento se fundara en Valladolid, para tal fin se pretendía traer religiosas del convento de las Salesas Reales
de Madrid. Después de llegar a un acuerdo, el cardenal de Toledo, a cuya
diócesis pertenecían las religiosas y el arzobispo de Valladolid Don Luis de la
Lastra, el 11 de diciembre de 1860 las religiosas se trasladaron a Valladolid.
En un principio ocuparon una parte del monasterio de
Santa Clara, aunque el 23 de abril de 1862 se trasladaron al convento de las
Comendadoras de Santa Cruz situado en la Calle Santiago. Tras la revolución de
1669 y el destronamiento de la reina Isabel II, la cual pretendía efectuar una
donación al convento, las religiosas fueron expulsadas del edificio,
refugiándose estas en el convento de las Huelgas Reales. En 1869 retornaron de
nuevo, aunque en 1886 se trasladaron a un edificio situado en el Prado de la
Magdalena, que habían mandado edificar con el dinero obtenido por la venta del
convento que ocupaban a las Dominicas Francesas. Pero este nuevo edificio a
causa de su defectuosa construcción y de su proximidad al río Esgueva
presentaba graves problemas de humedades, lo que propició su traslado a su
actual emplazamiento, la Casa de los Mudarra.
El edificio fue mandado construir por Don Antonio de
Mudarra, Deán de la catedral de Palencia, y hacia 1550 ya pertenecía al regidor
Diego de Mudarra, cuyos escudos de armas aún se encuentran en la portada del
edificio. Las Salesas compraron el edificio en 1888 mediante una subasta de la
entonces propietaria Doña Clotilde Arellano y Orduña, ocupándolo a partir del
22 de mayo de 1889 hasta la actualidad. En 1907 se produjo una ampliación,
realizada por el arquitecto Teodosio de Torres, el cual utilizó los solares
colindantes que en su día fueron ocupados por la derribada Casa de Colón.
Planta del edificio principal |
La portada está construida en sillería, se sitúa en el
lado izquierdo de la fachada y está constituida por un arco de medio punto,
enmarcado por una estructura de pilastras corintias sobre pedestales adosados
al muro y rematadas con dos florones, como símbolo iconográfico de la riqueza
de sus propietarios, sobre las pilastras descansa un entablamento clásico
constituido por arquitrabe, friso y cornisa, a ambos lados de la puerta se
pueden ver los escudos de Don Diego de Mudarra, y encima del conjunto se abre
una ventana adintelada que se encuadra del mismo modo que la puerta.
El nuevo edificio lateral está realizado en ladrillo
sobre un zócalo de piedra, tiene ventanas de arco de medio punto en la planta
baja y adinteladas en la superior. En este nuevo edificio se sitúa la iglesia,
siendo de una sola nave con un coro alto a los pies. En ella destaca su retablo
mayor, cuyo motivo central es una pintura de Pietro Glagiardí que representa la
aparición de Cristo a la Madre Margarita de Alacoque, a su izquierda se puede
apreciar un retablo de Estaban Jordán con un altorrelieve del Nacimiento de
Cristo procedente del convento de Las Francesas, y una escultura en madera
policromada de San Francisco de Sales, obra de Pedro de Ávila de 1699
procedente de la iglesia de San Felipe Neri, y una tabla flamenca que
representa un Calvario.
NÚMERO 36 (E-8). Para ver su localización sobre un plano pinchar aquí
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