Iglesia de San Nicolás |
La parroquia de San Nicolás es una de las más antiguas de
Valladolid. La primera iglesia fue fundada por el Conde Ansúrez, estaba situada
en las proximidades del Puente Mayor, y era de estilo románico. Este templo
desapareció en la segunda mitad del siglo XVI y fue reedificado por Doña María
Sanz de Salcedo entre los años 1584 y 1595, fundándose a su vez un monasterio
de monjas agustinas. Para el nuevo templo se siguieron las trazas de Juan de
Nates y Pedro de Solórzano y para el monasterio las de Diego de Praves.
Durante la guerra de la independencia tanto la iglesia
como el monasterio fueron desmantelados y destruidos, y fue entonces cuando en
1841 se trasladó la parroquia a la iglesia que los frailes Trinitarios
Descalzos tenían en la Plaza de la Trinidad desde 1670 y que habían
reconstruido entre los años 1732 y 1750, siguiendo seguramente las trazas de
Fray José de la Santísima Trinidad, arquitecto de la orden.
El templo ha sufrido bastantes modificaciones hasta que
ha alcanzado el estado actual, del antiguo templo barroco solo quedan algunas
dependencias, está construido de ladrillo y tapial y sigue el esquema habitual
de este tipo de iglesias. En un principio tenía tres naves, de las cuales se
perdió la de la Epístola. La iglesia actual tiene planta de cruz latina formada
por la nave y el crucero, dispone de capillas laterales comunicadas entre sí y
cerradas mediante rejas. Está cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos, y
sobre el crucero con cúpula sobre pechinas, el
presbiterio rectangular también está cubierto con bóveda de cañón con
lunetos.
Planta de la iglesia |
La fachada sencilla y austera está construida con
sillares de piedra, la forma un gran rectángulo vertical rematado por un
frontón triangular. La portada es adintelada con dovelas resaltadas por
almohadillados cajeados, encima de su entablamento dispone de un nicho con
frontón circular flanqueado por roleos y bolas adosadas.
A mediados del siglo XVII se construyó un convento al
lado que no ha llegado a nuestros días, la orden Trinitaria abandonó el templo
a causa de la Desamortización, lo que propició su conversión en la actual
parroquia de San Nicolás.
Del interior destaca el retablo, de finales del siglo XIX
que incluye relieves y pinturas de otro retablo anterior de estilo rococó que
fue prácticamente destruido por un incendio en 1893 y que era el original de la
iglesia trinitaria, está presidido por la imagen de San Nicolás con
indumentaria episcopal sujetando tres manzanas y con una cuba con niños a sus
pies. También destaca la escalera existente en un tramo anejo a la capilla
mayor perteneciente al antiguo convento, es una escalera barroca ornamentada,
de gran calidad, consta de dos tramos de ida y vuelta y está cubierta mediante
una bóveda poligonal decorada con yeserías de formas geométricas.