sábado, 19 de enero de 2013

Monasterio de Santa María la Real de Huelgas

Monasterio de Santa María la Real de Huelgas

            Fue fundado en 1282 por la reina Doña María de Molina, época en la que se comenzaba a edificar la segunda muralla de la ciudad; el monasterio de la orden cisterciense fue fundado bajo la advocación de Santa María la Real de las Huelgas, para ello la reina María de Molina no dudó en donar su propio palacio de la Magdalena situado en los extramuros de la ciudad. Poco antes de la muerte de la fundadora en 1320, el monasterio estaba en funcionamiento y pocos años después fue incendiado por las tropas de Alfonso XI durante la represión de 1328 que sufrió la ciudad tras su sublevación, salvándose tan solo la sala capitular, alguna estancia principal y la fachada, aunque con importantes daños.

            Actualmente, prácticamente ya no queda nada  del monasterio inicial, lo más antiguo es el sepulcro de María de Molina del siglo XV y una puerta construida en ladrillo de estilo mudéjar que perteneció en origen al palacio de María de Molina y que constituye  el único ejemplo de arquitectura mudéjar existente en  Valladolid. Existen noticias de que esta puerta desempeñó la función de campanario de la vecina iglesia de la Magdalena durante los siglos XV y XVI.

            La iglesia actual fue construida a finales del siglo XVI siguiendo las trazas de Juan Ribero de Rada, Juan de Nates y Mateo Elorriaga, siendo estos dos últimos los encargados de dirigir la obra. La construcción se inició en el año 1579 y el templo se bendijo en 1599.
           
            La iglesia es de estilo clasicista romano, con fuertes influencias de la Colegiata de Villagarcía de Campos, está construida de ladrillo y tapial, aunque a veces aparece la piedra, es bastante austera y sencilla, no presentando ninguna fachada monumental, sino una simple portada adintelada.

Planta de la iglesia

            La iglesia constituye un ejemplo del purismo arquitectónico del renacimiento español, tiene planta rectangular con cruz latina inscrita, está formada por una sola nave de tres tramos separados por pilastras corintias que reciben arcos fajones, está cubierta con bóveda de cañón con lunetos que acogen huecos para la iluminación, y decorada con yeserías planas con motivos geométricos, el crucero se cubre con una cúpula vaída ciega sin cimborrio al exterior y apoyada sobre pechinas. Entre los contrafuertes se abren capillas-hornacinas cubiertas con cúpulas decoradas con yeserías planas, las cuales se iluminan mediante óculos. La cabecera se reparte entre el presbiterio rectangular y dos dependencias a cada lado, en el centro del crucero se conserva el sepulcro realizado en alabastro de Doña María de Molina, quien ordenó en su testamento, fechado en el año 1321, que fuera enterrada en ese lugar, dicho sepulcro fue construido hacia los años 1410-1440 y reformado en el 1600. A los pies de la iglesia se dispone un coro bajo, el cual se abre a la nave mediante un gran arco protegido con una rejería.

Retablo de la iglesia (Foto de Luis Fernández García)

            El retablo mayor fue trazado por Francisco de Praves y ensamblado por Francisco Velázquez, siendo las esculturas y relieves de Gregorio Fernández, el cual trabajó en ellas hacia 1613, las pinturas y policromías son obra de Mateo de Prado. Está organizado en dos cuerpos con cinco calles separadas por columnas corintias, en la calle central se pude contemplar la escena de Cristo desclavándose de la cruz para abrazar a San Bernardo, y encima de esta escena un relieve de la Asunción de María. En el ático se encuentra un calvario.

            Las rejas de las capillas-hornacinas son obra de Juan del Barco. En el coro bajo se guarda un Cristo de Juan de Juni, y en el crucero, al lado del Evangelio se encuentra un órgano barroco fabricado en Valladolid por Juan Casado Valdivieso en 1706, el cual  originalmente estuvo colocado en el coro. En el interior del monasterio existen dependencias anteriores al templo actual, como la puerta mudéjar, el torreón del siglo XV, y la sala capitular del siglo XVI.

Órgano barroco de 1706 (Foto de Luis Fernández García)

            La construcción del claustro se inició en 1621 bajo la dirección de Francisco de Praves, es muy sobrio, de planta cuadrada y formado por dos pisos. El inferior construido en piedra, con grandes arcos de medio punto sobre pilastras toscanas, y el superior realizado en ladrillo con ventanas adinteladas. El claustro se construyó junto con los dormitorios de las monjas, existió un segundo claustro de similares características que fue parcialmente demolido en los años setenta, cuando el edificio fue sometido a una masiva reforma arquitectónica.