Palacio de Pimentel |
Su construcción fue iniciada en el siglo XV por orden del
Marqués de Astorga, pasando posteriormente a ser propiedad de Don Bernardino
Pimentel. Siendo él, el propietario, y estando albergada en el palacio la
familia real para asistir a las Cortes celebradas en Valladolid en abril del
año 1527, la emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, alumbró el 21
de mayo de 1527 al príncipe heredero Felipe II. Para su bautizo se fabricó un
pasadizo elevado que unía el altar mayor de la iglesia de San Pablo con el
palacio, para que la familia real discurriera por él sin pisar la calle, estaba
construido con madera y enguirnaldado de frutos y alegorías renacentistas. El
pasadizo se iniciaba en el primer descansillo de la escalera situada entonces
hacía la Calle Cadenas de San Gregorio, para lo cual se utilizó una ventana
como salida hacía la calle, dicha ventana se puede reconocer hoy en día por la
cadena que cuelga de ella. Existe una leyenda que cuenta que Felipe II fue
sacado por dicha ventana de Cadenas de San Gregorio para que fuese bautizado en
la iglesia de San Pablo, ya que si hubiese salido por la puerta del palacio,
debería haber sido bautizado en la parroquia de San Martín.
Pasadizo utilizado en el bautizo de Felipe II, según se describe en los azulejos del zaguán |
En el año 1530 el palacio pertenecía a Don Juan Hurtado
de Mendoza, conde de Rivadavia, y perteneció a su familia hasta el año 1849, en
el cual fue vendido a Mariano Reinoso, a quien se lo compró la Diputación
Provincial de Valladolid en 1875 para instalar en él su sede, la cual se
mantiene hoy día. Hacía el año 1988 el palacio se rehabilitó siguiendo el
proyecto del arquitecto Ángel Ríos, con la intención de recuperar el carácter
nobiliario el edificio.
Planta del palacio |
El edificio que ha llegado a nuestros días es el fruto de
grandes transformaciones y reformas que se han efectuado con el transcurrir de
los años, donde se han ido incorporando elementos de épocas posteriores a la de
la construcción del palacio en el siglo XV. El edificio es un claro ejemplo de
la arquitectura palaciega de Valladolid, se organiza en torno a un patio
porticado, al que se accede a través de un zaguán, que se comunica con la calle
siguiendo la tradición mudéjar de eje desalineado para evitar de esta forma que
se pueda ver el patio desde la calle. El zaguán tiene forma rectangular y está
cubierto mediante un artesonado de bóveda. Entre los años 1939 y 1940 el zócalo
del zaguán fue decorado con azulejos, en los cuales se representan episodios de
la historia de Valladolid, esta decoración fue realizada por el talaverano J.
Ruiz de la Luna.
Entre los episodios que se representan en el zócalo del
zaguán está el bautizo de Felipe II, su coronación como Rey de Castilla, el
regreso de Felipe II a Valladolid coronado como rey, el incendio que destruyó
el centro de la ciudad, Felipe II ordenando su reconstrucción, y así hasta un
total de doce escenas históricas de Valladolid.
El palacio está construido con adobe y tapial, aunque
posteriormente revestido de ladrillo, el torreón de la esquina, la portada, y
el zócalo, están realizados en piedra. Consta de dos alturas en el cuerpo
principal y tres en el torreón. Lo más sobresaliente del exterior es la ventana
situada en la esquina del palacio, está decorada con motivos escultóricos
estrechamente relacionados con el estilo de Diego de Siloe, la decoración de la
ventana pertenece al estilo plateresco, y en ella surgen de un modo caprichoso
tallas de seres que tienen mezcla de hombres, animales y plantas.
Detalle de la ventana renacentista situada en la esquina de la fachada |
La puerta de entrada está formada por un arco rebajado
con decoración tardogótica, encima de este se abre el balcón principal entre
dos escudos de los Rivadavia. Es un tipo de portada muy característica de los
palacios españoles. En el interior del palacio han sido colocados dos importantes
artesonados mudéjares, uno adornando el Salón de Sesiones de la Diputación
Provincial procedente de la iglesia parroquial de Villafuerte de Esgueva, y el
otro en el Salón de Grados procedente del Colegio de San Gregorio de finales
del siglo XV.
Patio del palacio |