Palacio de los Vivero |
Este palacio forma parte de un conjunto de tres edificios
alineados, el Palacio de los Vivero, el Archivo de la Chancillería, y la Cárcel
de Chancillería. El antiguo Tribunal de Justicia estuvo ubicado desde finales
del siglo XV en este palacio, el cual fue mandado construir en el año 1440 por
Don Alonso Pérez de Vivero, vizconde de Altamira, y Contador Mayor de Juan II.
El palacio tiene una gran importancia a nivel histórico
por los acontecimientos que en él ocurrieron, destacando entre todos, la firma
el 14 de octubre de 1469 en la “Sala Rica”, del compromiso de matrimonio de los
Reyes Católicos, y que supuso la unión de las coronas de Castilla y Aragón,
hecho trascendental en la historia de España.
Escudo situado en la fachada del palacio |
En su origen el palacio estaba fortificado, disponía de
torreón, murallas, foso, garitas defensivas almenadas, y torres en sus cuatro
esquinas, que le convertían en una auténtica fortaleza. Los Reyes Católicos se
alojaron en el palacio en el año 1475 y comprobando su carácter de edificio
fortificado, ordenaron derribar todos los elementos defensivos del mismo, según
documento de fecha 22 de abril de 1475, como sometimiento de la nobleza a la
Corona, siguiendo la política consistente en eliminar todos los edificios
medievales que pudieran poner en peligro el poder de la Corona. En el caso del Palacio
de los Vivero, tan solo fue necesario el desmantelamiento de los elementos de
defensa que convertían el palacio en un autentico baluarte.
La necesidad de un edificio destinado a albergar la Real
Audiencia y Chancillería, animó a los Reyes Católicos a comprar el palacio para
destinarlo a tal fin, para ello el edificio fue reformado, trasformándose los
salones palaciegos en salas de audiencia, en las que los Presidentes impartían
justicia.
Planta del palacio |
El palacio posee una disposición sencilla y regular
entorno a un patio rectangular de tres por cinco vanos de columnas de sección
octogonal. En las esquinas del edificio se sitúan cuatro habitaciones
cuadradas, que fueron en su día la base de las torres originales mandadas
derribar por los Reyes Católicos. Desde el patio se accede a la planta noble a
través de una escalera de dos tramos, la cual desemboca en una de las galerías
longitudinales, en cuyo final se sitúa la puerta de acceso a la sala principal
del palacio, “La Sala Rica”, situada en el ala Este. Esta sala está cubierta
con un artesonado mudéjar, decorado con estrellas doradas de ocho puntas y
pinturas de colores con motivos vegetales, también se aprecian rótulos
renacentistas en el friso. La planta noble se completa con una galería adosada
a la fachada Sur construida con arcos de medio punto sobre columnas de piedra
de orden toscano.
El patio interior tiene forma rectangular y está formado
por dos pisos de forjado de madera y galerías porticadas sobre pilares
octogonales con capiteles cúbicos y balaustrada de madera. La puerta de acceso
a la escalera es de piedra, con un arco de medio punto entre dos pilastras, su
decoración con flores y motivos vegetales ofrecen una imagen de carácter
isabelino.
Patio del Palacio de los Vivero (Foto de Miguel A. Rodríguez) |
En la fachada principal se sitúa una portada de piedra,
con un arco rebajado, las puertas conservan sus antiguas hojas de madera
claveteadas, con dos aldabones de hierro. Sobre la portada se aprecia un balcón
al que se accede desde la planta noble, y sobre este se dispone un escudo
monárquico, el centro de la fachada se señala mediante un quiebro en la cornisa
a modo de frontón.
Archivo de la Chancillería |
Dada la importancia y el crecimiento que adquirió la Real
Audiencia y Chancillería de Valladolid y la cantidad de documentación de
consulta de que disponía, propició el que Felipe II ordenase la construcción de
un edificio para utilizarlo como archivo. Dicho edificio se construyó a
espaldas de la Chancillería y comunicado con esta, se concluyó en 1562,
siguiendo las trazas de Francisco de Salamanca. Este constaba de dos plantas
más sótano y buhardilla, estaba dispuesto en torno a un patio, cuyo cuerpo bajo
presentaba una galería de arcos de medio punto sobre columnas toscanas. Fue
abandonado en el año 1962, procediéndose en 1972 a su reconstrucción, por la
necesidad de mejorar las instalaciones para la consulta y conservación de los
documentos, siendo el arquitecto Anselmo Arenillas el encargado de la misma, en
la cual, conservó aunque modificadas la crujía de la fachada y las arcadas del
patio. En este edificio se conserva en la actualidad el archivo de la Real
Chancillería, reuniendo los documentos producidos por este tribunal entre los
siglos XV y XIX, así como los fondos documentales producidos por organismos
judiciales posteriores.
Antigua cárcel de la Chancillería |
Durante las obras de reconstrucción se utilizó como
archivo, el edificio levantado en 1675, según proyecto de Nicolás Bueno, y cuya
realización la llevaron a cabo Felipe Berrojo, Juan de Medina Argüelles, y Juan
Tejedor Lozano, con el propósito de ser utilizado como cárcel para los presos
cuyas causas tramitara el Tribunal. El edificio, de planta cuadrada está
realizado en piedra de sillería, con muros robustos y sólidos barrotes de
hierro en las ventanas, destaca su patio central con pilares cuadrados, tiene
una noble portada con dos torres en los extremos alineadas con la fachada,
sobresale en la parte central una peineta en la que figura un escudo real
adornado con pirámides. En los años ochenta sufrió un incendio que dejó el
edificio arruinado, en la actualidad una vez reconstruido alberga la Biblioteca
Universitaria Reina Sofía.